El personal de la Clínica del Vallés arrastrará a la mediación al consejero de Salud, Toni Comín. Los trabajadores del centro, que ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) tras ser expulsado de la red pública, forzarán una mesa técnica con el complejo, el CatSalut, el comité de empresa y el Consorci Sanitari Taulí. ¿El objetivo? "Salvar nuestros puestos de trabajo", avanzan.

Tras el anuncio de que el complejo recortará 109 empleos cuando pierda la actividad pública en agosto, los sindicatos apuntan a la consejería de Salud. "Las administraciones tendrán que hacer algo para que no se pierdan empleos", ha explicado una representante de CCOO, mayoritaria en el complejo. Ayer se produjo una manifestación de protesta ante las instalaciones del centro en Sabadell. 

El consejero de Salud, port su parte, no ha querido comprometerse cuando ha sido interrogado sobre si los despedidos de estos centros --Quirón Salud ha anunciado otras 256 bajas-- serán contratatos por el sistema público.

"Los pacientes sufrirán"

Según el personal de la Clínica, la exclusión del centro de la red pública Siscat, junto a la del Hospital General de Cataluña (HGC) --en diciembre-- dañará la calidad asistencial.

"Resultarán afectados la diagnosis, que no computa en las listas de espera, la radioterapia que se hace en el General y el postoperatorio: el Parc Taulí puede abrir quirófanos pero, ¿dónde colocarán a los recién operados?", se preguntan las fuentes sindicales consultadas.

Saturados

Según los planes de la consejería, toda la actividad que hasta ahora se desviaba a centros privados se internalizará en el Consorci Parc Taulí y otros hospitales de la zona, como el Consorci Sanitari de Terrassa.

Sin embargo, los comités de empresa de los dos complejos alertan de los recortes y incapacidad para absorber la carga extra de trabajo, que se cifra en 2.500 intervenciones quirúrgicas y 1.000 hospitalizaciones al año.