Le detuvieron hace 15 días por haber estafado a cuatro hoteles de alto standing de Barcelona y, a medida que los Mossos avanzan en la investigación, van apareciendo nuevas víctimas.
Ya son 34 los hoteles de la provincia de Barcelona timados por ese joven portugués de 26 años que fue arrestado cuando el personal de un hotel de lujo del centro de la ciudad alertó a la policía de que se había alojado entre el 31 de marzo y el 1 de abril, y había dejado sin pagar una factura de unos 1.000 euros.
Estafador en serie
La policía no tardó en constatar que el sospechoso se había alojado en varios hoteles a la vez de tal forma que mientras no le exigían las documentación identificativa (dependiendo de la buena fe del hotel, el tiempo oscilaba de entre las 12 y las 48 horas), el estafador se aprovechaba de todos los servicios del establecimiento: masajes, bar, restaurante, servicio de peluquería, piscina, solárium, etc. Cuando era requerido para presentar la documentación, cambiaba de hotel.
El joven pasó a disposición judicial el 9 de abril y ha quedado en libertad con cargos, aunque la investigación sigue abierta ya que, según los investigadores, habría participado en otros hechos delictivos al margen de las estafas a estos 34 hoteles.
Una cara muy dura
Según fuentes policiales el detenido despertó las sospechas de los empleados de la recepción de un importante hotel barcelonés cuando pidió al departamento de atención al cliente que le comprara dos entradas para ver el Barça-Madrid.
En el momento de la detención, el estafador reconoció los hechos y alegó que “tarde o temprano me teníais que pillar”.