La Fiscalía belga ha imputado este sábado a Mohamed Abrini, detenido ayer viernes bajo la sospecha de participar en los últimos grandes atentados perpetrados Francia y Bélgica, con el cargo de pertenencia a una organización terrorista, según ha informado en un comunicado. Abrini ha confesado ser "el hombre del sombrero", en alusión a las imágenes que han circulado tras el atentado cometido en Bruselas. Además de estar relacionado con el ataque a la capital belga, también podría estar detrás de los atentados de París. Abrini es el único de los tres terroristas que no se suicidó, sino que se dio a la fuga.
El supuesto terrorista fue arrestado por la tarde junto a otras dos personas --que han quedado en libertad-- en la plaza Albert del distrito bruselense de Anderlecht. Sus huellas digitales y ADN se encontraron en diversos puntos de Schaerbeek (Bruselas), como el piso de donde se cree que partieron los terroristas suicidas del 22-M, y en el Renault Clio que se utilizó en los atentados de París.
Abrini creció en el distrito bruselense de Molenbeek junto a Salah Abdeslam, del que fue amigo desde la infancia, y junto al hermano de éste, Brahim, quien se inmoló el 13 de noviembre junto a un restaurante parisino.