Junto al descenso de los matrimonios, cada vez hay más hombres y mujeres que deciden no tener descendencia y que optan por una vida sin hijos. En inglés ya tienen su propia denominación, los childfree (libre de hijos). Cameron Díaz ha contado sin pelos en la lengua que su vida es increíble precisamente porque no tiene hijos. "Es simplemente una opción", suele decir cuando le preguntan. En la misma línea se han pronunciado la veterana Helen Mirren y Kim Cattral, protagonista de 'Sex and the City'.
Según el Pew Research Center, organismo independiente especializado en tendencias sociales y demográficas, un 25% de las mujeres españolas nacidas en los años 70 no tendrá hijos. Un 5% más que en Francia y un 7% menos que en Alemania. También en EEUU se han multiplicado por cuatro en estas cuatro décadas las mujeres que llegan a los 40 años sin descendencia.
Sin hijos porque sí
Hasta ahora las razones esgrimidas eran casi siempre las mismas: precariedad económica y laboral, problemas de fertilidad --sobre todo después de los 35 años-- y dificultades para conciliar vida familiar y profesional.
Pero en los últimos tiempos todos los analistas admiten que ya es considerable el porcentaje de mujeres que no son madres porque, sencilla y llanamente, no lo desean. Sin más. Y a pesar de las críticas y las presiones sociales.
Felicidad dudosa
¿Son más felices los progenitores que las personas sin hijos? Según el estudio 'Enduring Love' elaborado durante dos años por la Open University británica entre 5.000 hombres y mujeres de todos los estatus y edades, los varones que no tienen descendencia están más satisfechos con su relación sentimental y se sienten mejor valorados por su pareja.
Sin embargo, las mujeres sin hijos están más descontentas con su vida, en general, que las que sí los tienen. Las madres se muestran más felices aunque sus relaciones fallen. Pero la felicidad, según los que dicen saber de ella, siempre es un estado subjetivo.
'Tietas' con posibles
Los mercados y especialmente las agencias de viaje, inmobiliarias y tiendas de lujo, han echado el ojo a estos 'libres de niños', emparejados o no, que generalmente tienen un alto poder adquisitivo. Y a otro colectivo emergente formado por aquellas mujeres que no son madres pero disponen de más recursos para ser unas excelentes tietas o tiazas.
En EEUU les llaman las PANK, Professional Aunt No Kids (tía profesional sin niños). Tienen un sueldo medio de 45.000 euros y constituyen un filón para fábricas de juguetes, artículos de regalo, firmas de moda... ¿Cómo no comprarle un vestidito de 200 o 300 euros a la sobrinita o al ahijado? Se calcula que en EEUU estas auténticas tías ya son más de 20 millones y dos en España. Puede que sea solo una moda, como la de no querer casarse.