Los dos atentados perpetrados en Bruselas a primera hora de esta mañana han dejando un balance provisional de 34 muertos y unos 170 heridos de diversa gravedad. Las autoridades belgas, que han cerrado el aeropuerto de Zaventem y el servicio de metro de la capital, han atribuido la autoría al yihadismo y que esta tarde se ha atribuido Estado Islámico.
Bélgica consiguió detener hace apenas cuatro días a Salah Abdeslam, el cerebro de los atentados de París de noviembre pasado. La policía dijo entonces que el terrorista estaba preparado para atentar de forma inmediata, por lo que ahora interpreta que los militantes de Estado Islámico afincados en Bélgica han decidido acelerar sus planes como respuesta a la detención de su líder.
Pese a que se sabía que Abdeslam aún estaba en el país, los niveles de alerta en Bélgica eran más bajos que en España, que desde los atentados de junio pasado en varios países árabes, permanecía a nivel cuatro, solo uno menos del que se decreta tras un atentado y que implica la alerta del Ejército.
La reacción de las autoridades tras los sucesos han sido muy comedida y lenta, hasta el mundo de que han tardado más de dos horas en reconocer que las sospechas recaían sobre los grupos afines al terrorista detenido. Es la primera vez que Bélgica, donde residían algunos de los autores de los atentados de París, es el objetivo de los terroristas.
La primera explosión se produjo poco antes de las ocho de la mañana en el vestíbulo de salidas y la segunda, apenas 10 segundos más tarde, en la zona de facturación de American Airlines, situada a otro nivel. Entre las dos causaron 14 muertes y unos 80 heridos.
Posteriormente, a la altura de la estación de metro de Maelbeek se produjo una tercera deflagración con el resultado de 24 fallecidos. Además, casi un centenar de heridos, 17 de ellos graves.
La localización de un paquete sospechoso en las cercanías de la oficina del primer ministro belga, Charles Michel, hizo que la policía detonara el objeto sin más consecuencias.
Las instituciones de la Unión Europea y la OTAN han elevado el nivel de alerta en sus sedes y edificios tras los atentados. "Nuestros pensamientos están con las víctimas. Vivimos libres, nos mantenemos seguros", han asegurado a través de Twitter Jean-Claude Juncker y la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Presupuesto, Kristalina Georgieva.
"Estamos en estrecho contacto con las autoridades belgas", ha precisado el portavoz de Juncker, que ha justificado los contactos por la situación "desafiante" y tras recordar que las autoridades belgas son los principales responsables de la seguridad. En opinión de las autoridades comunitarias, no hay datos que permitan pensar que los atentados estuvieran destinados contra las instituciones europeas.
Georgieva ha hecho un llamamiento al personal de la Comisión para "quedarse en casa o dentro de los edificios". "Seguimos la situación en Bruselas. Las instituciones de la UE trabajan juntas para garantizar la seguridad del personal y las instalaciones", ha explicado en un tuit.
El Estado Islámico se ha adjudicado los atentados en Bruselas, según un comunicado del grupo terrorista difundido por la agencia Amaq, que según la cadena RT está vinculada a los yihadistas.
Hasta el momento, los testimonios apuntan a ataque suicidas ocurridos tanto en el aeropuerto de Bruselas como en el metro. Según RT, un rifle Kalashnikov fue encontrado en el aeropuerto. Algunos testimonios habla de haber oído gritos en árabes y algunos disparos antes de las explosiones.