Por primera vez, es posible enviar un e-mail anónimo desde cualquier cuenta de Gmail, Yahoo!, Hotmail u otros servicios de correo que ya estemos usando.
Gracias a BlankStamp.io, el destinatario recibirá nuestro mensaje íntegro, con fecha, hora y título, pero sin rastro de nuestra identidad, con un sistema mucho más sencillo que tener cuentas paralelas o usar direcciones temporales.
¿Cómo funciona?
La forma más fácil de enviar un mail anónimo desde nuestra cuenta personal es entrar en BlankStamp.io desde el dispositivo en que tengamos configurado el correo, e introducir la dirección del destinatario al que le queremos enviar el e-mail.
En seguida, veremos que se abre un mensaje nuevo con la dirección del destinatario algo deformada. Por ejemplo, si mandamos un correo a steve@apple.com, el sistema lo transformará en Steve_at007_apple.com@blankstamp.io.
También es posible enviar correos anónimos sin entrar en la web, simplemente alterando el correo destinatario de esa manera. Por ejemplo, si queremos escribir a maria@yahoo.com sin que sepa quiénes somos, tendremos que escribir a maria_at007_yahoo.com@blankstamp.io.
¿Qué verá el receptor?
Encabezando el mensaje, en lugar de nuestro nombre y apellidos, el receptor verá "Blankstamp.io Incognito mailer" (Remitente incógnito Blankstamp.io).
Y al final del e-mail, podrá leer el siguiente mensaje: "This Incognito E-Mail was sent using BlankStamp – Send Incognito emails without revealing your identity and address. If you are not interested in receiving any more BlankStamp.io, just send us a mail to removeme@blankstamp.io" (Este e-mail incognito fue enviado usando Blankstamp. Envía correos de incógnito sin revelar tu identidad ni dirección. Si no estás interesado en recibir más BlankStamp.io, envíanos un correo a removeme@blankstamp.io). Es decir, el receptor no verá ni rastro de nuestro nombre. Ni siquiera sabrá qué servicio de correo utilizamos.
¿Qué se puede y no se puede hacer?
El sistema permite que el receptor nos conteste, y nosotros podremos volver a responder siguiendo con el anonimato. No obstante, existen dos limitaciones: de momento, el sistema no permite adjuntar archivos y las conversaciones gratuitas se limitan a cinco a la semana. Y una cosa más: que nadie crea que el e-mail no queda registrado en ningún sitio. Solo hay que echar un vistazo a la bandeja de 'enviados' para comprobar que nuestro servicio de correo tiene perfecta constancia del envío.
En cualquier caso, ya es posible decir que ha llegado el día en que enviar un e-mail anónimo es tan fácil como realizar llamadas de teléfono con número oculto. Entre los posibles usos de la nueva fórmula, podemos pensar en mandar mensajes como "amigo invisible" o "admirador secreto", escribir a concursos sin que las empresas guarden nuestro correo para enviarnos publicidad, o enviar mensajes como profesional que debe guardar el anonimato, por una u otra razón. De la imaginación de los usuarios y de los nuevos usos que como receptores veamos hacer, dependerá el número de bajas que reciba el servicio.