Pide clemencia al juez para ver a su madre morir

Fabián O.D. fue juzgado en Italia por un presunto delito contra la salud pública por unos hechos supuestamente cometidos hace 13 años. Fue juzgado “en ausencia”, un proceder que en España está considerado ilegal.

El tribunal italiano le condenó a dos años de cárcel, por un delito que en España estaría prescrito.

Madre enferma

Fabián es argentino y su familia vive en aquel país.

Su madre, sufre una irreversible enfermedad que la tiene postrada en la cama (según un informe médico pericial que anticipa un inminente fallo multiorgánico en la paciente). Hace cuatro meses Fabián recibió una llamada de su familia indicándole que había empezado ya la cuenta atrás y que el fatal desenlace era poco menos que inminente.

Ignoraba la condena

Este hombre, que no era consciente de la condena que le había infligido la justicia italiana, trató de tomar un avión hacia Buenos Aires con el fin de poder despedirse de su madre. En el aeropuerto fue detenido cuando los agentes de aduanas introdujeron su nombre y documento de identidad en el procesador de datos.

Una medida especial

La policía le trasladó y puso a disposición de la Audiencia Nacional, órgano que atendiendo al delito y las circunstancias que lo rodean, le dejó en libertad. Ahora la justicia italiana reclama su extradición para que Fabián cumpla la condena en aquel país. Pero este hombre ha solicitado del juez instructor número 5 de la Audiencia Nacional, una medida especial que evite su extradición a Italia porque, de producirse, inevitablemente no podrá despedirse de su madre.

Viajar y cumplir condena

En el recurso presentado, Fabián O.D., no pide que se le exonere de culpa aunque el proceso en Italia esta cargado de  claroscuros. Pide viajar a Argentina, despedirse de su madre y entregarse a las autoridades de aquel país.

La audiencia, tiene la última palabra

Cierto es que se trata de una petición sin apenas precedentes, pero, sea como fuera, el recurso presentado por Fabián O.D va a poner en un brete a la justicia española, que tendrá que decidir entre decantarse por una decisión en el marco de lo que se conoce como “razones humanitarias”, o por la ortodoxia procedimental de las leyes y acuerdos procesales internacionales.

Veremos.