Los antibióticos no erradican fácilmente la bacteria intestinal Escherichia coli, ya que algunas bacterias sobreviven al tratamiento en un estado latente. Una vez que se interrumpe la injesta del medicamento, estas células latentes pueden reactivarse y recolonizar el cuerpo.
Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, han demostrado que cuanto más frecuentemente reciben antibióticos las bacterias, más sobreviven; incluso evolucionando hasta convertirse en bacterias con tolerancia a múltiples fármacos.
Los antibióticos son esenciales en la lucha contra las infecciones bacterianas y salvan incontables vidas, pero debido al consumo excesivo y su mal uso frecuente, las bacterias resistentes a los medicamentos son cada vez más comunes. Incluso cuando se trata de bacterias no resistentes, en ocasiones estallan infecciones de nuevo después de un curso aparentemente exitoso de antibióticos.
Se adaptan
Para examinar este fenómeno en detalle, científicos del Centro de Genética Microbiana y de las Plantas KU Lovaina trató bacterias intestinales Escherichia coli con dosis diarias de antibióticos en el laboratorio. A pesar de que la mayoría de las bacterias murió en un principio, algunos organismos encuentran una manera rápida de adaptarse con cambios mínimos en su material genético.
El resultado fue el rápido desarrollo de muchas células persistentes, que están en un estado inactivo, y, como resultado, no son susceptibles al tratamiento antibiótico. Estas supervivientes son no resistentes --lo que significa que no pueden seguir creciendo durante un tratamiento antibiótico-- pero tolerantes; es decir, que sobreviven a la medicación y pueden reanudar su reproducción tras finalizar las dosis.