El proyecto de crematorio que impulsa la aseguradora Santa Lucía a las puertas de Barcelona ha sublevado a los vecinos. Residentes de ambos lados del río Besós, donde se instalará el equipamiento, se organizan y preparan movilizaciones contra el horno funerario. La acción más inmediata será el viernes 18 de febrero, cuando ciudadanos del barrio de Poble Nou saldrán a la calle en contra de la construcción de la instalación.
"La concentración estaba pensada inicialmente contra una macrogasolinera. Pero viendo la inacción municipal con el crematorio, también protestaremos por ello. Dejaremos claro que no lo queremos aquí en el barrio", explica a Crónica Global Marcelino Sánchez, presidente de la Asociación de Vecinos Besós-Maresme.
El activista interpeló el pasado viernes al gerente municipal, Jordi Martí, durante una audiencia pública. "Martí admitió que conocía el proyecto y respondió a los vecinos que cómo nos habíamos enterado. Pero cuando se le preguntó sobre las acciones concretas que llevará a cabo, se encogió de hombros", acusa un indignado Sánchez.
Plataforma
El horno que Santa Lucía promueve mediante Tanatori del Litoral SL, una unión temporal de empresas formada por Áltima y Pompas Fúnebres de Badalona (PFB) --ambas participadas por el grupo asegurador-- también ha calentado los ánimos en una población vecina. Residentes de Sant Adrià de Besós, donde se elevará la instalación, han creado una plataforma contraria al equipamiento.
"Hemos contactado con los partidos políticos y las asociaciones de vecinos. Recogeremos firmas y no descartamos movilizaciones, tanto en Sant Adrià como en los municipios limítrofes", explica Aida Ruiz, su portavoz.
"La encabezan vecinos independientes, sin filiación política alguna. Se tendría que interlocutar con ellos: están preocupados", añade Eduardo Araujo. El presidente de la AV Besós, cuya agrupación sopesa sumarse a la plataforma, se queja de la "falta de información" a la que los representantes políticos han sometido a los vecinos que habitan cerca del futuro crematorio.
Tocando a Barcelona
En efecto, el tanatorio con cinco salas de vela y horno funerario reposará en una pastilla de terreno junto a la Ronda Litoral de la capital catalana. Los promotores de la funeraria lo adquirieron a principios de 2015 por 6,17 millones de euros en una subasta realizada por el Consell Comarcal del Barcelonés.
La aseguradora Santa Lucía, por medio de las dos empresas participadas unidas en la UTE, ya ha entrado las solicitudes de obra mayor y de licencia de actividades. Antes de concederlas, el ayuntamiento de Sant Adrià de Besós deberá recibir un informe ambiental de la consellería de Territori, aunque el departamento que comanda Josep Rull (CDC) asegura "no tener nada".
Arañar cuota de mercado
Fuentes del sector apuntan a que Santa Lucía busca operar una instalación funeraria en la zona del Besós para competir con los dos crematorios públicos de Cementiris de Barcelona en la Ciudad Condal. "Sant Adrià no tiene tanatorio. Y el velatorio también cubriría las defunciones en los barrios del distrito de Sant Martí de Barcelona", apuntan.
Por su parte, los expertos recuerdan que un crematorio emite "CO2 y vapor de agua, amén de una pequeña cantidad de dioxinas". Por ello, instan a las administraciones a "informar a los vecinos" de qué supone el proyecto, ya que depende de las demandas ciudadanas "el nivel de filtraje tendrá que ser mayor o menor".