Una de las consecuencias de la crisis económica que ha golpeado España en los últimos años ha sido la fuga de talento, especialmente por parte de jóvenes universitarios que se han visto obligados a trasladarse al exterior para encontrar un trabajo más acorde con su nivel de estudios de lo que les ofrecía su propio país.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 525.358 jóvenes se fueron de España entre 2012 y el primer semestre de 2014. Y, si se oberva desde el inicio de la crisis, previo al último Gobierno de Mariano Rajoy, han sido un total de 1,2 millones de personas de entre 18 y 35 años las que abandonaron España para irse a países como Alemania, Reino Unido o Francia.

Ahora, con el inicio de la recuperación económica, estos jóvenes exigen volver a su lugar de origen. Y ha aparecido una nueva iniciativa, llamada Volvemos, que pretende dar voz a todos aquellos emigrados que quieren volver a casa y que no encuentran el apoyo de las instituciones públicas para comprometerse con su demanda.

“Quiero volver”

Esta iniciativa, nacida hace tan solo un mes, ha sido impulsada por tres españoles que saben lo que es desplazarse al extranjero en busca de una oportunidad de trabajo que su país les niega. Este es el caso de Diego, Sebastien y Raúl, los tres cerebros detrás de Volvemos que han decidido poner todo su esfuerzo en ayudar a personas que se encuentran en la misma situación que vivieron ellos unos años atrás.

“Sabemos lo que es buscarse la vida en un país diferente al propio y hemos vivido la emoción de volver a casa. Con esta experiencia en la mochila, arrancamos este proyecto ilusionante para hacer posible que los cerebros fugados durante la crisis puedan volver a casa”, explican.

Fiabilidad garantizada

Diego, Sebastien y Raúl no son sólo tres jóvenes con buenas intenciones, sino que su trayectoria laboral les avala. Diego es un ingeniero en Informática, madrileño de 36 años, que hace nueve hizo las maletas rumbo a Berlín, y en 2013 creó su propia agencia de programación en Internet. Sebastien, por su parte, tiene 43 años, lleva once viviendo en España y tiene una consultora de recursos humanos especializada en movilidad internacional.

El tercero de los tres, Raúl, ha cumplido ya los 40 y en los últimos tres años y medio ha vivido y trabajado en Berlín. A diferencia de sus socios, Raúl ya tenía experiencia en la ayuda a terceros. En Alemania trabajó en La Red, una asociación de ayuda a los jóvenes españoles emigrantes para hacer cursos de alemán gratuitos, entre otras cosas.

Buscador de empleo

El objetivo de la plataforma es facilitar el retorno de talento a España, generando “las oportunidades para que las personas que están fuera puedan volver y desarrollar su potencial profesional y su proyecto vital en España”.

Por esta razón han puesto un buscador de empleo en su web en el que los usuarios pueden encontrar ofertas de trabajo. De momento, han recibido un total de 1.659 peticiones de jóvenes que desean volver.

Datos personales al servicio del trabajo

Su portal web también ofrece a los emigrados la posibilidad de contar su historia, de forma personal y aportando datos que se utilizarán para ayudarles a encontrar trabajo. “Nuestra labor es analizar el mercado laboral español en busca de empresas y organizaciones que necesiten profesionales con talento y experiencia internacional”, explican en su web.

Para conectar a empleadores con profesionales, tienen en cuenta en qué país o países ha trabajado el candidato, ya que eso añade valor a su perfil laboral. Por ejemplo, alguien que trabaja en Alemania tendrá mejor encaje en empresas alemanas con sede en España o empresas españolas con intereses en Alemania.

Altas expectativas

El éxito de Volvemos es notable. Desde su creación no ha parado de crecer y distintas administraciones y empresas ya conocen su proyecto.

Ahora solo falta que la idea se acabe de expandir entre los que verdaderamente son su razón de ser: los emigrados. Y así poder ayudar a todos aquellos jóvenes que han cosechado los méritos y habilidades suficientes para poder volver a España con un contrato bajo el brazo.