Detrás de la mayoría de las historias personales de prostitución hay un drama.
Decenas de mujeres fueron captadas en Nigeria bajo el engaño de un mundo mejor en España. Una horrible mentira. Las chicas (o sus familias) llegaron a vender todo lo que tenían en su país para conseguir los 30.000 euros que la organización reclamaba para el traslado a España, su alojamiento y la consecución de un puesto de trabajo.
Red organizada
A través de un itinerario plagado de vicisitudes, las mujeres llegaban a Marruecos. En aquel país, tras vivir hacinadas en pisos de la organización durante dos o tres meses alejadas e incomunicadas de su familia, eran introducidas en España en pateras, a través de Algeciras.
Una vez en Andalucía, la red las trasladaba a Barcelona, donde eran alojadas en diversos pisos francos de L'Hospitalet. Allí, el gran sueño europeo de un mundo mejor se desvanecía. Conocían la verdad: eran mercancía en manos de una organización de proxenetas que, bajo amenazas de muerte, las obligaban prostituirse en los aledaños del campo del Barça.
Valentía para declarar
Algunas de ellas acumularon el valor suficiente como para acudir a la policía y denunciar su dramática situación.
La fiscalía especial de extranjería del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña inició una investigación reservada y ambiciosa. El juez intervino los teléfonos de los acusados y tras los seguimientos policiales, se logró constatar el alcance internacional de esta red y su extraordinario nivel de profesionalidad. La organización captaba, trasladaba, alojaba y obligaba a estas mujeres a prostituirse como esclavas del sexo.
Al menos cuatro de ellas pudieron romper las cadenas y denunciar.
Testigos protegidos
Fueron consideradas “testigos protegidos” y se han beneficiado de la obtención de los permisos de residencia legales gracias a su colaboración con la justicia.
Se trata de una sentencia severa por pertenencia a organización criminal que ha dictado la sección segunda de la audiencia. Una sentencia que muestra el horror que sufren decenas de mujeres del tercer mundo obligadas a prostituirse para salir del drama y la pobreza de sus países.