Madrid es una de las ciudades de España en la que más se ha popularizado un nuevo modelo de visitas turísticas guiadas, llamado Free tour, en las que los viajeros hacen una aportación libre a cambio de un servicio de guía turístico que puede durar entre una y cuatro horas.
Este servicio, basado en la economía colaborativa, está sustituyendo a los guías convencionales ya que supone una experiencia mucho más económica para el usuario, que solo aporta lo que considera necesario y en función de la valoración personal que haga del servicio recibido.
Si la capital española es en una de las ciudades en las que más ha aumentado este negocio se debe a la liberalización del sector que se produjo en 2010 con el anterior Ejecutivo en la comunidad presidido por Esperanza Aguirre. Desde 2009 no se han emitido nuevas licencias oficiales de guía turístico y, fruto de ello, ha nacido el llamado Free tour, un nuevo formato de guías turísticos a medio camino entre la actividad profesional y un servicio voluntario.
Umbral jurídico
En el portal web de Madrid Decide, promovido por el equipo municipal de Ahora Madrid para que los ciudadanos puedan participar de las cuestiones que afectan a la capital, una de las propuestas formuladas es la de “Regular el sector de los guías turísticos en Madrid”. Luis P., quien firma la reclamación, lamenta que “una ciudad como Madrid no tenga regulado el tema del turismo”. Luis P. es un profesional del sector y critica que, ahora, “cualquiera” puede hacer de guía “dejando en los turistas la impresión de un turismo muy lejos de la calidad que se merece Madrid”.
Por su parte, Pilar Leal, profesora en la escuela de Turismo Ostelea de Barcelona y de la EAE Business School, ha estudiado el fenómeno del Free tour y explica a Crónica Global que “más que competencia desleal, es el mismo mercado el que ha generado un tipo diferente de hacer guías turísticos”. Leal, no obstante, señala el “vacío legal” existente que “permite que haya una retribución de un dinero que está circulando, pero que no se está declarando”.
¿Intrusismo o economía colaborativa?
Por su parte, Néstor Rosas, fundador de Madrid a pie, uno de los servicios de Free tour con más éxito y que cuenta con 20 rutas distintas por la capital, defiende su actividad: “Yo no cobro, yo recibo. Como el señor que toca la guitarra en el metro”.
La filosofía del Free tour es que se paga la voluntad. El turista no está obligado a un importe fijo, sino que tras disfrutar del servicio hace una valoración y entrega el importe que considera oportuno. "Esto no significa que sea un tour gratis, pero sí libre, que supone que no estás obligado a un pago determinado para la labor, pero sí que al finalizar se espera de tí una aportación libre”, concluye Rosas.
Esta visión, sin embargo, no es del todo compartida por Leal. Según la profesora, “están institucionalizados y publicitan el lugar donde se encuentran, hay un control de las personas por recorrido” y, en consecuencia, “no es lo mismo que estar parado en la Rambla haciendo de estatua”.
El éxito de los Free tours
El éxito de este nuevo modelo de visitas guiadas no es solo una cuestión económica, sino que se debe también a la extensa y variada oferta de la que disponen para atraer la atención de los viajeros.
José Carlos Sánchez se dedica a hacer visitas de forma totalmente voluntaria para el colectivo Rusia pro tour y explica a este medio que el 13 de marzo abrirá una nueva ruta, llamada Un Madrid de cine, en la que llevará a los viajeros por los restaurantes, bares y clubs que han visitado estrellas como Sofia Loren, Gregory Peck, James Stewart o Cary Grant. Una de las paradas obligatorias, explica, es el bar Chicote de la Gran Vía. La visita durará cuatro horas y todo el dinero recaudado se destinará de forma íntegra a la Asociación Mensajeros de la Paz del padre Ángel.
Sánchez, en concreto, no busca un rédito económico con su actividad. Cada mes colabora con una fundación diferente a la que destina todos los beneficios obtenidos. A la pregunta de si ha tenido problemas con los guías profesionales reconoce que, una vez, otro guía le preguntó si tenía la licencia.
Rosas, por su parte, explica que en breve abrirá una nueva ruta por el Madrid centenario. Entre las rutas de Madrid a pie está el Madrid de Mitos y leyendas, el Museo del Prado o el Madrid de los Austrias.
Economía sumergida
El Free tour, como el couchsurfing o el Blablacar, es un modelo de consumo en el que aún hay un vacío legal y que levanta muchas críticas, en especial por la economía sumergida que genera.
Se trata de un modelo basado, en teoría, en la economía colaborativa donde aún no se han fijado unos criterios muy claros. Por una parte, puede haber un intercambio monetario y, por el otro, un intercambio de conocimiento o de compartir, con la que, en principio, nadie se ve obligado a pagar.