"Mi jefe envió un e-mail en el que llamaba 'puto maricón' a un importante cliente… con copia al 'puto maricón'", explica el trabajador de una startup internacional del sector fintech sita en Barcelona. "Luego le telefoneó para disculparse, pero la relación con ese cliente ya nunca fue la misma", reconoce entre la risa y la resignación.
"Un programador le dio sin querer al 'send to all' y nos envió a los 150 trabajadores de la empresa, jefes incluidos, un e-mail con dos tías desnudas rociadas en mierda con el subject 'Te gusta el chocolate', relata un cargo medio de una destacada agencia interactiva de la ciudad. "Al trabajador no tardaron mucho en echarlo", recuerda.
Errores muy frecuentes
"No son casos aislados, vemos cosas así todo el tiempo", asegura Jordi Campoy, cofundador y analista de seguridad de TuPC.es. "Una vez nos llamó una empresa de Madrid que tenía la sospecha de que su filial de Barcelona había montado una empresa en paralelo y se pasaba los clientes. Y efectivamente, encontramos varios ordenadores con toda la información confidencial de los clientes en la bandeja de enviados. Se lo estaban mandando a la empresa paralela ¡y ni se habían molestado en borrarlo!", se sorprende Campoy. "La gente no cuida sus e-mails, y deberíamos recordar que es como hacer algo malo delante de una cámara de seguridad; queda registrado", explica el informático.
Cuatro maneras de deshacer el envío
Por suerte, algunos servicios de correo permiten la marcha atrás. Gmail, por ejemplo, permite desde hace unos meses recuperar un correo hasta 30 segundos después de haberlo enviado. Para tener esta opción, solo es necesario entrar en "Configuración", activar la opción de deshacer el envío y elegir el tiempo para hacerlo. Una vez activada, cada correo enviado nos dará la opción de "deshacer" durante el tiempo seleccionado.
Los usuarios de Microsoft Outlook tienen un poco más de margen. Concretamente, hasta que el receptor lea el mensaje. Si aún no lo ha hecho, el remitente está a tiempo de borrarlo. Para hacerlo debe ir a "Todos los programas" dentro del menú de inicio y hacer clic sobre "Microsoft Outlook". Pinchando en "Correo" y después "Elementos enviados", aparecerá una lista con todos los e-mails enviados. Una vez encontrado el e-mail a recuperar, solo hay que hacer doble clic sobre él y pinchar "Retractarme de este e-mail" en el menú de acciones. Aparecerá la opción de "Borrar copias no leídas y reemplazarlas por un mensaje nuevo". Se trata de escribir el nuevo mensaje, aceptar y enviar.
Mensajes en 'stand by'
Por otra parte, aquellos que usen Thunderbird tienen un plugin que lo que hace es no enviar los mensajes directamente, sino dejarlos en stand by durante un tiempo, por si en esos minutos u horas se arrepienten de lo escrito. El add-on en cuestión se llama Send Later y permite retrasar hasta dos horas los envíos.
Por último, está el servicio de encriptación de e-mails Virtru, que implementa el servicio de las plataformas de correo más conocidas, y permite la opción de borrar el envío. No solo retrasarlo, como Gmail o Send Later, o sustituirlo, como Outlook, sino borrarlo realmente, sin importar el tiempo que haga que el correo fue enviado. Una vez instalado en nuestro dispositivo, recuperar un e-mail es tan fácil como abrir el mensaje enviado y pinchar sobre el icono de la mano roja. A partir de ahí, nadie aparte de nosotros podrá leer ese e-mail. Virtru permite además establecer fechas de caducidad de los correos enviados, muy al estilo del Inspector Gadget: "Este mensaje se autodestruirá en...".
Eso sí, queda claro que cualquiera de las cuatro opciones necesita de cierta previsión. De otra forma, solo cabe aceptar que los e-mails ya enviados quedan totalmente fuera de nuestro alcance, al menos de momento.