La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Rehabilitación, que pertenece al departamento de Justicia de la Generalitat, aprobó, siendo consejero el ahora diputado Germà Gordó, la concesión del tercer grado penitenciario para el empresario portuario José Mestre, condenado por la Audiencia Nacional a 11 de cárcel años por narcotráfico.
Fue una de las últimas decisiones que tomó Germà Gordó antes de abandonar el cargo.
Un ex consejero muy bien conectado
Gordó, según fuentes próximas al anterior gobierno de la Generalitat, es un personaje que, durante su periplo al frente de Justicia, antes como secretario general del Govern y con anterioridad en el aparato de dirección de CDC, ha mantenido estrechas relaciones con el sector negocios y con los considerados factótums del país, grupo en el que se incluye la familia Mestre y su entorno.
Fuentes consultadas por Crónica Global han asegurado que Mestre ha sido invitado en alguna ocasión a las fiestas que el ex consejero monta tras el verano en su casa de La Molina, en la Cerdaña. A estas fiestas asiste lo más variopinto del tejido político, financiero y judicial del país (incluidos magistrados del Tribunal Supremo).
La fiscalía de vigilancia penitenciaria, atenta a las posibles o eventuales irregularidades en las modificaciones del grado penitenciario que adopta la dirección general de la Generalitat, puede presentar recurso ante esa otorgación del estatus de semi libertad para José Mestre como hiciera, por ejemplo, en el caso de José Luis Núñez.