El viernes día 15 de enero, el juez José de la Mata, a petición expresa de la Fiscalía Anticorrupción, ordenó la detención de quien fuera gobernador del Estado mexicano de Coahuila y expresidente del PRI, Humberto Moreira, acusado de blanqueo de capitales y de pertenecía a organización criminal.
Tras ser investigado en su país, Moreira, controvertido personaje desde que trascendieran sus estrechas vinculaciones con el “cártel de los zetas”, se cobijó en España, en concreto, en Sant Cugat.
Las fuerzas de seguridad le seguían los pasos y, en coordinación con policías y jueces de otros países, solicitaron la orden de detención. El juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que estaba de guardia el pasado viernes, accedió a ella en base al lapidario informe incriminatorio del fiscal anticorrupción. Así, la policía detenía al sospechoso el viernes día 15.
Pedraz le deja libre
El lunes el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le tomó declaración. El fiscal expuso de forma amplia las sospechas e indicios de criminalidad que tanto desde España como desde México y Estados Unidos, existen contra él y, en concreto, sobre el oscuro origen de su inmenso patrimonio.
Sin embargo y contra pronóstico, Pedraz le ha dejado en libertad. Moreira ha presentado unas escrituras que vendrían a avalar el origen de su patrimonio y de su fortuna.
Informes de inteligencia policial
Pedraz le ha creído y ha dado por buenos estos documentos despreciando, así, los informes de la inteligencia policial de diversos países, incluido España.
A Moreira, procesado en su país por narcotráfico, se le relaciona con el principal cártel de drogas de aquel país: los zetas. En 2112, su hijo de 25 años, José Eduardo Moreira, fue asesinado por los Zetas porque, según la policía, el ex gobernador de Coahuila estaba “moviendo dinero sin el control de la organización criminal”.