Todo apunta a que la gala de los Óscars de este febrero será más movida que en anteriores ediciones, y no por la pugna por la estatuilla entre estrellas de la gran pantalla, sino por la ausencia de actores afroamericanos entre los nominados.
El controvertido director de cine, Michael Moore, ha sido el último en sumarse a las críticas por la falta de pluralidad en las nominaciones de esta edición y sopesa sumarse, de forma simbólica, al boicot organizado por el director de cine Spike Lee y la actriz Jada Pinkett Smith.
"Apoyo totalmente lo que están haciendo, y yo estaré encantado de unirme a ellos", afirmó el director de Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11, según pública el portal especializado en cine The Wrap.
No asisitirá a la gala
Moore incluso ha asegurado que no piensa asistir a la gala, pese a ser miembro de la Academia. En este sentido, ha sostenido que otros miembros de la Academia no comparten lo que ha pasado en esta edición y ha instado a reflexionar.
Finalmente, el artista ha calificado de “locura” la ausencia de candidatos de color: “La idea de que podríamos repetir el próximo año, donde 40 actores podrían ser nominados y ninguno de ellos ser negro, es una locura”.