Uno de los mandos de los Bomberos de la Generalitat detenidos este miércoles por presunta corrupción, Manel Bosch, ya estuvo en el centro de la polémica hace pocos años. Concretamente, tras el trágico incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) de julio de 2009, en el que perdieron la vida cinco bomberos durante las tareas de extinción. Solo que entonces se presentó como víctima. Reclamando "cobijo y confianza" de la Generalitat hacia el cuerpo de Bomberos.
En marzo de 2010, Manel Bosch compareció en la comisión del Parlament que investigaba los incendios de Horta de Sant Joan, para dar explicaciones sobre su actuación durante los mismos, en los que ocupaba el cargo de Jefe de Operaciones de los Bomberos de la Generalitat.
En su intervención, muy breve, antes de someterse a las preguntas de los diputados, Bosch se mostró reivindicativo. Tras lamentar la muerte de sus compañeros en el incendio, y tras despachar sumariamente su participación en el operativo, se extendió más en un mensaje que contenía un velado ataque tanto a la comisión de investigación como a la Consejería de Interior.
Una comparecencia reivindicativa
"Sé que tienen ustedes todo el derecho a, no sé si decir la palabra control, o como mínimo a tutelar todas las acciones del Govern y sus departamentos", afirmó. "Espero que estén acertados en sus decisiones, y si estas pueden aportar para que el cuerpo de Bomberos funcione mejor, se lo agradeceré", añadió Bosch, justo antes de empezar con sus críticas.
"Quizás no era necesario que el cuerpo de Bomberos se haya desnudado emocionalmente, sentimentalmente y organizativamente", soltó el ahora detenido a los parlamentarios, visiblemente al borde del llanto.
"Piensen que llevamos un escudo", afirmó, señalando su insignia en la manga de la camisa –acudió de uniforme a la comparecencia, como el resto de miembros del cuerpo–. "Lo llevamos con orgullo y con complicidad, con dedicación y con implicación. Para añadir que, de la Generalitat, "solo esperamos cobijo y confianza".
Cesado tras los incendios
Bosch fue cesado de su cargo tres meses después de los incendios. Y también deslizó críticas a su destitución. Hablo de "cese encubierto", y lo atribuyó a la necesidad de Interior de ofrecer un "cambio de imagen" en el cuerpo.
Las explicaciones de Bosch generaron una cierta polémica en su día. Y fueron utilizadas por algunos sectores para cargar contra el entonces titular de interior, el ecosocialista Joan Saura.
Saura ya había sido criticado en numerosas ocasiones por no proteger suficientemente, en opinión de algunos, al cuerpo de los Mossos d'Esquadra, con motivo de polémicas como su decisión de instalar cámaras en las comisarías, y otras actuaciones controvertidas.