Condenado en firme por dos causas de corrupción --lo que le llevó a ingresar en prisión con una pena de nueve meses-- e imputado en varias más, el ex presidente del Gobierno balear Jaume Matas ha movido ficha en el marco del caso Nóos, cuyo juicio arranca el próximo lunes-- y ha puesto a disposición de la Audiencia Provincial de Baleares el conocido palacete que posee en el caso antiguo de Palma.
Con ello el ex máximo mandatario autonómico, que hasta el momento nunca había hecho un reconocimiento de hechos ni en ésta ni en ninguna otra causa, quiere reparar el daño que habría causado a las arcas de la comunidad autónoma a raíz del desvío de 2,6 millones de euros públicos que fueron abonados al Instituto Nóos por la organización de varios eventos cuyo coste era notablemente inferior a los fondos pagados por Baleares.
Primer reconocimiento
Matas ha dado, de este modo, un primer paso dirigido a colaborar con los investigadores y obtener con ello futuras atenuantes. El también ex ministro bajo la presidencia de José María Aznar, para quien la Fiscalía Anticorrupción reclama 11 años de prisión en el marco del caso Nóos, se sentará el lunes en el banquillo junto a otros 17 acusados, entre quienes se encuentra la infanta Cristina.
El fiscal Pedro Horrach le considera artífice de una "farsa orquestada" para poder desviar los fondos al instituto presidido entonces por Iñaki Urdangarin. El ministerio público reclama una fianza civil de tres millones de euros para el inculpado, quien con la entrega de la mitad indivisa del palacete --cuyo valor global asciende a 2,4 millones-- cubre parte de la caución solicitada.