Entre las atrocidades cometidas por Estado Islámico en los territorios que controlan en Siria e Irak, una de las que más escandalizan son los abusos sexuales a los que someten a las mujeres no musulmanas –yazidíes, principalmente–, a las que consideran literalmente como esclavas, y parte del botín de guerra. Y aun escandaliza más saber que esta práctica está totalmente reglamentada.
Esto es lo que se desprende de un documento que revela este martes Reuters, y que habría sido obtenido por fuerzas especiales estadounidenses en Siria. El texto "clarifica" una serie de normas en el "tratamiento de las mujeres esclavas", para evitar lo que considera "violaciones", y especifica cuándo sus "propietarios" pueden y no pueden "tener sexo" con ellas. Sin mencionar en ningún caso que sea necesario su consentimiento.
Hermanas o madre e hija esclavas
Entre las múltiples y detalladas reglas, el documento de Estado Islámico –en inglés–, explica que el "propietario" una madre y una hija, solo puede tener "tener sexo" con una de ellas. Lo mismo en el caso de dos hermanas, salvo que su "propietario" venda a la primera, después de lo cual ya puede tener sexo con la segunda.
El texto también detalla que padres e hijos no pueden tener sexo con la misma esclava. O que, en el paso de una "propiedad compartida", no puede ninguno de los propietarios. Igualmente, limita el sexo con esclavas cuando estas tienen la menstruación o están embarazadas.
Aun más sorprendente es que el documento, de hecho, pretende poner coto a lo que los propios yihadistas consideran abusos, o "violaciones" de la ley islámica "en el trato de las mujeres esclavas".