El turismo pijo tomará Barcelona para celebrar Fin de Año y pasar el fin de semana. Hoteles de cinco estrellas y las empresas de servicios vip informan de “llenos totales” y de “gran afluencia” de clientes. Oficialmente, el Gremio de Hoteles confirma una ocupación cercana al 100% en la Ciudad Condal a partir del viernes.
Uno de los alojamientos que presenta “buenas cifras” es el W Barcelona. El hotel Vela ha preparado cuatro cenas para Fin de Año, además de dos fiestas en el W Lounge y la sala Eclipse. La novedad este año es un paquete privado en la Extreme Wow Suite. “Por 20.000 euros para seis personas, habrá menú privado del chef Carles Abellán, vuelo en helicóptero, tratamientos ‘wellness’, DJ y barman privado y entrada a Eclipse”, explica un portavoz del hotel.
La última noche del año también llenará hoteles de cincos estrellas de corte clásico como el Majestic o el Palace. En el primero de ellos habrá dos cenas, la tradicional y una "ágape bajo las estrellas" en la terraza desde la que se podrán ver los fuegos artificiales tras las doce campanadas. El antiguo Ritz, a su vez, ofrece cena con cotillón, buffet de madrugada y dos copas en el Bluesman Cockatil Lounge.
Americanos, rusos y 'producto nacional'
En la planta hotelera de la ciudad, el perfil de cliente es muy claro. “Las reservas para Fin de Año son mayoritariamente de huéspedes europeos, de Estados Unidos y Oriente Medio”, explica un portavoz de Majestic Hotel Group.
A este abanico se le añaden clientes rusos (Palace) y los nacionales (Gran Hotel La Florida). El establecimiento situado en la loma del Tibidabo también se llenará, aunque el equipo que lo dirige pone deberes a la ciudad. “Barcelona aún no está a la altura de destinos tradicionales para Fin de Año como París o Londres”, valoran.
Para atraer a los ricos: fiestas ‘chic’
La misma tesis la sostiene la empresa de transporte vip Golden Wheels. El gerente de la operadora, Ahmad Al Khatib, explica a Crónica Global que la capital catalana se asegura el turismo medio-alto, pero pincha cuando se trata de atraer a los superricos. “Trabajamos con visitantes a partir de nivel medio. Si queremos robar cuota de mercado a París o Ginebra para Fin de Año, Barcelona tendría que crear producto turístico”, indica el empresario.
Precisamente, la Ciudad Condal repetirá la ya tradicional celebración en la avenida María Cristina, en la que habrá batucada, demonios, música en directo y pirotecnia. “La iniciativa es muy loable, pero faltan más fiestas privadas. Fuera de María Cristina, el resto son sólo discotecas”, lamenta Al Khatib.