Durante décadas se ha creído que la vida en el campo era más saludable que la vida en la ciudad. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) se atreve a rechazar esta hipotésis al afirmar que el nivel de “belleza” del escenario que se observa es lo que realmente tiene efectos sobre la salud.
La investigadora del departamento de Behavioural Science de la Warwick Business School y una de las autoras de este estudio titulado Quantifying the Impact of Scenic Environments on Health (Cuantificar el impacto de los entornos en la salud), Chanuki Seresinhe, explica a Crónica Global que muchas de las obras arquitectónicas que visten ciudades como Londres, Madrid o Barcelona puede tener los mismos efectos para la salud que un paseo por un entorno rural.
Seresinhe afirma que los estudios realizados anteriormente “sólo vinculaban las zonas de césped, los árboles y la vegetación en la mejora de la salud” y sostiene que, desde su departamento, han demostrado que los escenarios espectaculares de la arquitectura urbana también “marcan una gran diferencia” en la salud.
Más de 200.000 escenarios
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores mostraron un total de 212.000 fotos de escenarios británicos y preguntaron a un extenso grupo de gente cuáles de ellos les hacían sentir bien. Posteriormente, comparaban los resultados --un total de un millón y medio de valoraciones-- con el censo de 2011 en el cual los residentes de esos bellos emplazamientos daban constancia de su salud.
Sorprenentmente, los lugares que fueron mejor puntuados no solían coincidir con espacios verdes, sino que eran ubicaciones armónicas y cohesionadas arquitectónicamente.
La vegetación no es lo único que cuenta
Las conclusiones a las que llega el estudio son difíciles de aceptar porque, como la mayoría de investigaciones científicas, tienen un grado de contra-intuición. Desde su existencia, el ser humano ha vivido la mayor parte del tiempo en entornos rurales y sujeto a las condiciones de la naturaleza, y emanciparse de ella es un fenomeno reciente fruto de la revolución industrial.
Desde la Universidad de Warwick no niegan que el llamado “factor verde” --relativo a la cantidad de vegetación en un área-- sea importante para la salud de las personas. No obstante, incluyen otros factores como la belleza arquitectónica en la causa del aumento de bienestar personal.
“El factor clave en la forma en que el medio ambiente está vinculado a la salud de las personas no es necesariamente si hay mucho verde en el entorno en el que vivimos, sino, más bien, su belleza”, prosigue Seresinhe.
Implicaciones en las políticas de sanidad
Los resultados del estudio también tienen implicaciones reales para la política y las medidas que se llevan a cabo desde el sector público para mejorar las condiciones de vida de las personas.
Seresinhe explica que “si se quiere mejorar la salud de las personas no basta simplemente con introducir vegetación en los entornos donde viven”, sino que también pide que se “tenga en cuenta la belleza del entorno”.
La arquitectura creativa de Gaudí o el Guggenheim
Si bien el estudio se centra específicamente en el Reino Unido, y pone como ejemplos la catedral de Saint Paul, las majestuosas vistas hacia el río Támesis o el gran complejo de negocios del Canary Wharf de Londres, la investigadora Chanuki Seresinhe considera que en España hay grandes monumentos que deben tener el mismo efecto positivo sobre las personas.
“La arquitectura histórica de Madrid, el impresionante Guggenheim de Bilbao o la arquitectura creativa de Gaudí en Barcelona pueden tener un efecto similar”, concluye.
Edificios pensados para rehabilitar
El arquitecto Daniel García Fraile, del estudio ArqBCN, explica a propósito de este estudio que muchos de los nuevos proyectos de obra urbana tienen en cuenta la belleza además de la funcionalidad. García Fraile, que ha trabajado en proyectos públicos para la Generalitat como la construcción de un centro de rehabilitación en Martorell, afirma que se tiene muy en cuenta la "importancia del entorno" para que "sea agradable" para los que deben cohabitar en él.
"Es muy importante la adecuación paisajística de los itinerarios, de los espacios o de los colores, que sean tranquilizadores, o un buen tratamiento de los materiales", dice el arquitecto catalán tras citar otros enclaves menos conocidos --la plaza Kennedy o la Rambla de la Vía Julia-- como ejemplos de lugares bellos.