Cerca de un centenar de personas se han concentrado de forma silenciosa este domingo en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona en señal de duelo y repulsa por la muerte del joven barcelonés Alan, transexual de 17 años que puso fin a su vida al no poder soportar la "presión social", según su familia. Además de esta concentración principal, se han convocado otras en diversas ciudades españolas, también este domingo.
Los convocantes, la asociación de familias de menores transexuales Chrysalis, han calificado el hecho de "asesinato social", recordando que Alana sufría acoso escolar. "La transfobia en el ámbito escolar ha podido con Alan", afirma la asociación, en un manifiesto que se ha leído en la concentración.
"Ésta era la primera Navidad que Alan, un chico transexual de diecisiete años de Barcelona, vivía de acuerdo a su identidad. Era también la primera en la que celebrar un DNI recién estrenado. Pero trágicamente ha resultado ser la última", lamenta la entidad.