Ante la prohibición en España, en torno a un millar de parejas españolas o solteros pudientes contratan vientres de alquiler en países extranjeros. Estados Unidos es el país preferido en este proceso que puede tener un coste de hasta 200.000 euros. También frecuentan Ucrania donde hay clínica que ofrece un número ilimitado de implantaciones a precio cerrado. Y México, que gana protagonismo porque allí esta práctica está permitida a homosexuales y solteros.
En el país que preside Obama, concretamente en California, el precio de un vientre de alquiler o maternidad subrogada oscila entre los 80.000 y los 130.00 euros. La madre que se ofrece como gestante suele percibir unos 3.000 euros al mes, tras confirmar que la transferencia del embrión es correcta y está embarazada. Pero otros conceptos engordan la factura: gastos médicos, seguros, ropa y transporte de la embarazada y de los futuros padres, honorarios de abogados estadounidenses y de la agencia que coordina todo el proceso en tierras americanas con algún intermediario.
Según los expertos, el auge de la contratación de madres de alquiler debe parte de su éxito a las trabas burocráticas de la adopción, sobre todo internacional, que suele ser el último recurso después de haber intentado la fecundación in vitro y la adopción, aunque también cuenta el deseo de tener un hijo biológico. Subrayan que en España tenemos un sistema de adopción muy garantista, con más de 15.000 parejas en espera oficialmente inscritas en el registro para adoptar de 80 a 100 hijos al año.
Apoyo creciente
A falta de una encuesta oficial reciente e imparcial , las consultas de las empresas que con distintos códigos éticos operan en este campo, aseguran que hay una demanda y un apoyo creciente, siempre que se garantice "los derechos de las partes". Aunque va contra su negocio, apuntan que la técnica --de moda creciente-- no resultaría tan gravosa si se legalizase en España.
El 60% de los encuestados partidarios ven este tipo de maternidad más como un acto de solidaridad que de lucro. Creen que una regulación daría respuesta a muchas parejas y personas en solitario, con problemas de fertilidad que no pueden engendrar y dar a luz un hijo. Y no solo los ricos, como Miguel Bosé, Tita Cervera, Ricky Martin o Kike Sarasola. O toda estrella de Hollywood que se precie, como Nicole Kidman o Sarah Jessica Parker.
Bebés globales
Le Nouvel Observateur ha definido esta técnica como una forma de la globalización: "Los bebés son rompecabezas hechos de partes que vienen de todo el mundo. Óvulo provisto por una polaca o ucraniana --para que sea caucásico--, esperma americano, sueco o japonés, embrión congelado en la India, transportado en frío e implantado en el vientre de una bengalí en una clínica de Nepal".
Con menos ironía, algunos moralistas advierten de que se ha creado un nuevo mercado de trabajo, de los más humillantes que se pueda imaginar. Recuerdan que hace casi dos siglos un alemán rescató una rara palabra latina y la puso a circular. Proletario era el que, de tan pobre, sólo podía aportar su prole. "El alemán nunca sabrá que su palabra lleva camino de ser más exacta", lamentan.