Un estudio del regulador británico Ofcom revela que los móviles más innovadores, como el smartphone, no son sinónimos de calidad. Los dispositivos de hace 10 años, como el famoso Nokia3310, no sólo son más baratos en su composición, sino que son más resistentes y aptos para detectar la señal en lugares remotos que los actuales dispositivos 4G.
Ofcam realizó varias pruebas en laboratorios con teléfonos móviles de hace más de diez años y dispositivos smart, entre ellos los de Apple y Samsung, simulando lugares de baja cobertura, como podrían ser zonas rurales o muy arboladas. La conclusión del estudio es que los móviles más modernos 4G se quedan atrás respecto a sus antecesores.
Al mismo tiempo, las compañías productoras de smartphones critican a los gobiernos europeos por la falta de inversión en infraestructuras de telecomunicaciones más actualizadas.
Más económicos y funcionales
Incluso en el tema de la comodidad, los móviles ultraligeros resultan menos funcionales que los dispositivos "antiguos", según revela el estudio de Ofcom. La delgadez facilitaría que el terminal móvil se escapara de la mano del usuario. Asimismo, es más probable que al caer se rompa antes la pantalla de un smartphone que la de los viejos teléfonos.
En sus conclusiones, Ofcom especifica que en las pruebas realizadas no se ha tenido en cuenta la marca o el modelo, sólo se ha realizado una comparativa entre generaciones de móviles.
Poco ahorro energético
El regulador británico reconoce el avance tecnológico que representan los smartphone en la esfera digital, pero reprocha a las casas fabricantes el retraso de estas máquinas en cuanto a ahorro energético y solidez del dispositivo.
Las nuevas generaciones son más rápidas e ingeniosas, pero menos resistentes y compactas.