'Nueva' propuesta para hacer frente a las desigualdades sociales. La Mesa del Tercer Sector Social de Cataluña, y el sindicato de técnicos de Hacienda Gestha han planteado este jueves a los partidos que se presentan a las elecciones del domingo implantar un "impuesto de la renta negativo. Que no es en absoluto lo mismo que una declaración de la renta que sale negativa. La idea, ayudar a "personas y familias con bajos ingresos".
La propuesta de Gestha y la Mesa del Tercer Sector, que han presentado este jueves en Barcelona, pasa por establecer una "subvención monetaria inmediata" para los contribuyentes con bajos ingresos. En su planteamiento concreto, piden establecer un umbral mínimo de ingresos anuales de 12.000 euros, por debajo del cual se podría acceder a la ayuda.
Las cifras
La propuesta establece diversos tramos. Una persona sin ninguna clase de ingresos recibiría 6.600 euros de las arcas públicas. Entre 3.000 y 6.000 euros anuales de ingresos, la ayuda sería de 4.950 euros. De 6.000 a 9.000 euros, sería de 3.300 euros, y entre 9.000 y el tope de 12.000, se situaría en 1.650 euros. Estas cantidades se incrementarían si el contribuyente tiene personas a su cargo. Y, para recibirlas, no sería necesario haberlas ingresado antes como retenciones del IRPF –como ocurre actualmente con las declaraciones a devolver–.
Para compensar este dispendio extra, la Mesa del Tercer Sector y Gestha proponen subir impuestos a las rentas altas. En concreto, devolver al 56% de 2014 el tipo marginal del IRPF para las rentas de más de 60.000 euros anuales, que ahora está situado en el 49%. También piden igualar la carga impositiva de las rentas del capital con las del trabajo. Calculan que, con estas dos modificaciones, se obtendría una recaudación extra en Cataluña de 1.700 millones de euros, que permitiría hacer frente a los pagos del impuesto de la renta negativo.
Impacto sobre la economía
Añaden que esta cifra "multiplica por cuatro la suma de todas las actuales prestaciones sociales económicas que perciben los ciudadanos de Cataluña, sin contar las pensiones y el subsidio de desempleo". Argumentan también que este impuesto negativo tendría un "impacto directo" positivo sobre la "economía productiva", al incrementar la capacidad de compra de las familias con rentas bajas.
El impuesto sobre la renta negativo –que no es una propuesta nueva: se desarrolló en la década de 1940– ha sido tradicionalmente criticado con el argumento de que desincentiva a los perceptores para buscar trabajo. Gestha y la Mesa del Tercer Sector afirman, en cambio, que su propuesta hace compatible el trabajo con recibir la ayuda, por lo que no desincentiva los empleos poco remunerados.