El ministerio fiscal pide dos años de cárcel y dos meses de multa a razón de 12 euros al día contra el joven barcelonés que el pasado día 21 de abril agredió a una persona que dormía en el interior de un cajero situado en el barrio de Gràcia.
El fiscal añade al delito de lesiones, otro relativo contra la integridad moral de las personas porque de forma inequívoca “el acusado actuó aprovechando la extrema vulnerabilidad de la víctima, movido por el desprecio que sentía hacia ella y sin que existiese provocación previa”.
Sonada agresión
Los hechos ocurrieron a las 20.30 horas. Como era habitual, aquel mendigo, de nombre Eduardo, dormía en el cajero de Caixabank situado en la calle Gran de Gràcia número 18 de Barcelona.
El acusado, que no tenía antecedentes penales, entró en el cajero y le gritó “guarros, aquí no se mea”, y tras insultarle y “aprovechando sus conocimientos en artes marciales, le propinó un puñetazo en la boca, tras lo que le asestó una fuerte patada y continuó pegándole diversas patadas en la boca del estómago y en el costado sin que el acusado cesara en su acción a pesar de que hizo acto de presencia una mujer, limpiadora de la entidad de crédito, quien reprochó al acusado su acción y al ver que no cesaba en la misma, salió a la calle en busca de ayuda”.
El relato de los hechos que describe el fiscal en su escrito de calificación (al que ha tenido acceso Crónica Global), concluye con que “finalmente el acusado abandonó el cajero y emprendió la huida con una motocicleta marca Derbi, siendo minutos después interceptado por una patrulla de la Guardia Urbana y detenido gracias a la colaboración ciudadana prestada por personas que presenciaron los hechos”
Agresión y odio
El fiscal añade que el acusado actuó con alevosía y afirma que se trató de una agresión gratuita, con evidente voluntad de menoscabar su integridad, movido por el desprecio más absoluto y aprovechándose de la vulnerabilidad de esta persona que carece, no sólo de techo sino de cualquier soporte familiar o social”.
El indigente sufrió lesiones en el tórax y en la cara precisando varios días para su recuperación.