Richard Branson abrirá un resort ‘boutique’ de lujo en Mallorca. El magnate de la música ha recomprado la espectacular finca de Son Bunyola en Banyalbufar –al este de la isla- por 15,3 millones. El millonario británico transformará la venta en un alojamiento de cinco estrellas y lo incorporará al portafolio de Virgin Hotels, la división hotelera del ‘holding’ que preside.
Branson era el propietario de Son Bunyola hasta 2002, cuando la vendió tras la negativa del gobierno autonómico de concederle permiso para abrir un hotel. Ahora, el emprendedor y ‘playboy’ retoma la operación y buscará que la propiedad luzca en la lista de Virgin Hotels, una cadena de establecimientos que él mismo lanzó en enero de este año, informa Majorca Daily Bulletin.
Fin a la historia negra
La operación pone fin a cierto halo de maldición que arrastra Son Bunyola. Cuando Branson se deshizo del palacete trece años atrás, sus nuevos propietarios se vieron envueltos en una investigación judicial por haber cometido hasta quince supuestos delitos fiscales al adquirir la mansión.
Finalmente, en 2012, la Fiscalía retiró los cargos contra Christian John Hare, su esposa y el abogados de ambos, aunque les impuso una multa de 10,6 millones en concepto de impuestos impagados. Los tres eludieron así el paso por prisión, ya que la acusación les pedía penas de hasta 42 años por defraudar 30 millones a Hacienda.
4.000 metros de puro lujo
Cabe recordar que Son Bunyola es una pequeña joya de 4.000 metros cuadrados y cinco habitaciones en un paraje de gran belleza natural en la Sierra de Tramontana. La propiedad dispone de cinco grandes habitaciones equipadas con baño propio, wifi, AppleTV y servicio de mayordomo.
La finca, que también presume de piscina 'infinity' y zonas ‘lounge’ con vistas a la Sierra, se alquilaba hasta ahora por un precio que llegaba a los 18.000 euros por semana en verano.