Un proyecto de decreto elaborado del Ministerio de Justicia ha echado leña al fuego al intentar que UCIDE, liderada por Tatary, de origen sirio, desde hace casi un cuarto de siglo, y la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI),  encabezada desde hace seis años por Mounir Benjelloun, de origen marroquí, sintonicen y constituyan la Comisión Islámica de España (CIE). El objetivo es crear una especie de conferencia episcopal musulmana con un sólo interlocutor o presidente.

Pero los dos líderes, enfrentados actualmente, consideran una injerencia que la norma fije cómo debe ser el órgano representativo y la elección del máximo responsable. También lo estiman una forma de control inaceptable.

Islamofobia

Las manifestaciones de protesta en la calle no se han hecho esperar. Como las acusaciones al Ejecutivo de Rajoy de que se les estigmatiza y de que así se fomenta la islamofobia. Ciertamente este fenómeno crece. La Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia recogió 49 casos en su informe anual de 2014. Hasta septiembre de este año llevaba contabilizaos 169, según su presidenta Amparo Sánchez Rosell. “Ahora tendremos que incorporar los que se han producido debido a los ataques de París”, teme.

En España no ha habido agresiones a mezquitas o centros islámicos, y a pesar de que, según una encuesta de Bertelsmann el 61% de los españoles considera al Islam como una amenaza, la propia comunidad musulmana cree que aquí la convivencia es relativamente buena.

La añoranza musulmana de un nuevo Al Andalus es pura historia, puede resumirse en esta simple coplilla árabe: “Tengo una novia en Ramada que al cuello trae una cadena con las llaves de Granada”.