"¡Mira, si parece de cartón piedra!". Así reaccionaban algunos visitantes del Belén instalado, como cada año, en la plaza Sant Jaume de Barcelona. En efecto, el tradicional pesebre hace honor al laicismo de la alcaldesa, Ada Colau, y a simple vista, es difícil detectar su carácter religioso. La Sagrada Familia está representada por una pareja de estética hipster que sostiene en los brazos a un bebé. Una composición colorista sin concesiones a la tradición.