Charlie Sheen es el protagonista de la semana. O sea, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha posado como Steve McQueen en Bazaar, Harper's Bazaar, cincuenta años después. Fue la primera vez que un rostro masculino se asomaba a la portada de una revista femenina. Lo que sea, pero Sheen es Charlie, nuestro excuñado tarambana. La edición española de la revista se ha dedicado a husmear en la "nueva" política española y ha dado en considerar que Sánchez es lo que se dice guapo, más incluso que Albert Rivera.
Fredo, el propietaro del salón barbería El Peluquín, nos va a comprar el Bazaar. Él dice Harper's. Es igual, aún no ha salido. Se trata del número de diciembre. Mientras nos hacemos los juanetes comentamos el particular. A Steve McQueen lo retrató Richard Avedon y era el mismísimo Steve McQueen. No Dean, no Brando, no Newman. McQueen, the best. Corría 1965 y estábamos de alguaciles en Buenos Aires cuando se publicó aquella portada. Steve en primera en un couché de moda cimbreante y la mano de una mujer en su parietal. El mostraba una sonrisa sin dientes, tal vez una de las primeras tomas de la sesión. La espuma están en los ojos, perfectamente distintos. El derecho vende casas con porche; el izquierdo, el buga, todo y más.
En la edición española de la revista ha sido el fotógrafo Félix Valiente el encargado de sacar partido de Pedro Sánchez. Valiente es un magnífico retratista, pero la fotografía (el fotochop son los efectos especiales del primer Godzilla) no hace los milagros de la pintura. Nuestro Sánchez no mira, sino que exhibe la piñata, una dentadura profidén de feria del ganado. A caballo regalado no le mires el dentado.
El caso es que la revista, edición española insistimos, mira la política como si fuera una pasarela Cibeles. Entrevistan también a Inés Arrimadas, pero no la sacan en portada. Una mala noche la tiene cualquiera, incluso el portadista de Harper's Bazaar.
Charlie Sheen. Two and Half Men. Tiene el Sida. VIH positivo, portador, seropositivo. Una de las grandes juergas de nuestro bróder acaeció en un hotel de Las Vegas. Se registró con su novia, la actriz porno Bree Olson, la suegra, las hijas de él, de ella y el personal de seguridad y suministros. A las doce de la noche ya andaba Sheen a cuatro patas, en otra planta del hotel, con una mujer y una transexual pim, pam. ¿Otra rayita? Ser una estrella es muy duro. Tarde o temprano les sacan los higadillos y el muerto del armario. Realidad contra ficción. Sheen es tóxico y un montón de mujeres preparan demandas contra él por haber practicado el coito sin preservativo. Está acabado. Pagó diez millones de dólares ante sus chantajistas y, en teoría, debería pagar decenas de millones a sus potenciales víctimas.
El año pasado, 2014, nuestro mito se gastó 1.629.507 dólares en escorts, señoritas de compañía, amigas íntimas, coleguis, groupies, vírgenes y pornostars. Más de un millón y medio de dólares en doce meses. Fiesta total en el rancho grande. Hey, paga Charlie, Two and Half Men, you know, perrea, perrea. Sexo libre y chef personal. El cocinero le salía por 416.215 dólares al año. Una ganga si no fuera porque el de los fogones no hacía otra cosa que bikinis (mixtos en Madrid) de camenbert, trufas y jamón cocido del mismísimo condado de York. Conste en acta que Sheen, que ha entregado sus cuentas a los herederos de Elliot Ness, cedió a la beneficencia 188.700 dólares.
La boda de Eva González y Cayetano Rivera continúa en el Hola, que edita este domingo una nueva entrega con fotografías de la fiestuqui. Eva, no te lo mereces. En una foto ínfima desde todos los puntos de vista sale al lado de Michelín Pantoja Ordóñez y con su flamante marido, otro que enseña la dentadura. Mucho Armani, pero el torero de salón parece un perdiguero a punto de saltar sobre la liebre. No sonríe, esnseña el colmillo a la bella Eva en la boda más larga de la historia. Precioso vestido con escote trasero. Satén y pedrería, cintura de avispa y la mano en el toto.
Quienes también están de foto son Carolina Bescansa, Meritxell Batet, Inés Arrimadas y Andrea Levy. Salen en el Yo Dona, en un especial sobre las quinientas, quinientas sí, más influyentes de España. Les dejo el enlace para que aprecien la disposición de las modelos. Batet, del PSOE, en el centro con una enigmática media sonrisa. Bescansa, de Podemos, a la izquierda, Levy, del PP, a la derecha, con una mirada retadora y por detrás de ella asoma la triunfadora del mes, la estrella del Parlament, Inés Arrimadas, la ciudadana que muestra la cara del triunfo.
La política parece, a veces, un Mujeres, hombres y viceversa, todos tronistas. Suárez y González también eran guapos, según se decía en sus tiempos. Leopoldo Calvo Sotelo, en cambio, era lo que uno espera de un político, fealdad y cabeza, una mezcla de Aznar y Rubalcaba, o al revés, según preferencias; algo así como un Pujol saliendo del vientre de un mutante.