"Recuerdo algunos nombres, por ejemplo Carlos Feced, de Dragados". Es la respuesta que ofreció una funcionaria que intervino en el proceso de adjudicación del hospital de Son Espases al ser preguntada sobre si hubo reuniones previas con las empresas licitantes o llamadas telefónicas en plena tramitación del concurso, cuando éste aún no había sido resuelto.
Margalida Ensenyat, que fue interrogada como testigo en torno a los pormenores del proceso, era la secretaria del presidente de la mesa de contratación de las obras, Juan Sanz, y desde su cargo pudo constatar cómo se producían "algunas llamadas de empresas" que "lo mejor era pasar" a su superior puesto que era con él con quien los responsables de las constructoras querían "hablar".
Destrucción de un acta
Otro de los episodios que la testigo narró ante el juez José Castro y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach tuvo lugar una mañana, a primera hora, cuando Sanz --ya fallecido-- le ordenó destruir un acta en el que se proponía a OHL como adjudicataria de las obras de construcción de la mayor infraestructura pública de Baleares.
"Me extrañó muchísimo que no lo hiciera él mismo", relató la secretaria, recordando la sorpresa y la extrañeza que le causó tal instrucción en mitad del proceso de adjudicación. La constructora presidida por Juan Miguel Villar Mir estaba posicionada como la mejor oferta pero, tras una serie de circunstancias que se encuentran bajo investigación, acabó siendo desbancada por Dragados, una de las filiales de Florentino Pérez.
Tal y como explicó la testigo durante el interrogatorio, fue al leer el documento que debía deshacer cuando se dio cuenta "de lo que era", y calificó de "sorprendente" que, tras ello, el presidente de la mesa le instase a redactar otra acta en la que se solicitase el pronunciamiento del Consejo Consultivo de Baleares, a fin de que éste emitiese una valoración sobre cómo se estaba desarrollando el proceso de adjudicación del hospital de referencia de las islas.
Filtración en prensa
Tal y como sostiene la Fiscalía, fue después de que se filtrara en prensa que OHL se postulaba como la constructora ganadora del concurso cuando el ex presidente del Govern balear Jaume Matas ordenó la paralización del procedimiento e instó, a través de su entonces consejera de Salud, Aina Castillo, a que se solicitase la opinión del órgano consultivo balear en aras a dar una apariencia de legalidad y transparencia al proceso.
La propia Castillo manifestó ante el juez, en su caso como imputada y una de las principales arrepentidas en el marco de este procedimiento judicial, que Matas llegó a decirle que si la obra no era adjudicada a Dragados (ACS) podrían tener "un problema político".
El fiscal Horrach, en la querella que presentó el pasado mes de julio y con la que Castro dio inicio a nivel judicial a estas pesquisas, llegaba a afirmar que en el proceso de adjudicación de Son Espases "la perversión alcanza su máximo exponente" y, bajo la realidad formal del procedimiento, "subyacen maniobras criminales fraudulentas" dirigidas a "manipular el concurso con finalidades espurias".