En España la eutanasia o ayuda legal a morir mediante un cóctel de fármacos o inyecciones, parece venir despacio. Sólo Podemos, que ya abogó por ello en las recientes elecciones municipales, promete una norma de este tipo de cara al 20-D.
Los programas electorales de los otros tres partidos considerados candidatos a gobernar en España no aluden a este asunto ni a una ley específica, como las vigentes en Bélgica, Holanda, Suiza y algún estado de EEUU.
El PP no quiere cambiar nada
El PP, según el ministro Alfonso Alonso, considera que hay más que suficiente con la ley de autonomía del paciente, salida de su factoría en el 2002 con el apoyo de CiU, y que se limitó a reconocer el derecho al testamento vital. “Ya garantiza que los españoles tengan derecho a rechazar un tratamiento, a que no haya obstinación terapéutica, y a que tengan acceso a los cuidados paliativos en la última fase de su vida”, aseguró el nuevo líder del PP vasco.
Ciudadanos es ambiguo y no tiene una postura clara o definida. Pedro Sánchez ha prometido que el PSOE abrirá el debate y promulgará una ley de cuidados paliativos y de muerte digna, pero sin atreverse a mencionar la palabra eutanasia. El anuncio parece acercarse a la búsqueda del voto de centro y a evitar choques frontales con la jerarquía eclesiástica y movimientos de base como cristianos por el socialismo. Recuerda al que hizo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el 2011, que cayó en saco roto tras la debacle electoral socialista.
Evitar el choque con la Iglesia
Los tres partidos temen la oposición frontal de la jerarquía católica que, en estos casos, como cuando se toca la enseñanza de la religión y o la financiación de la Iglesia, siempre entra en campaña. Aunque no haya elecciones.
Con todo, afrontar la muerte con dignidad, no es una cuestión nueva. Quien mejor la define es Quevedo cuando dice. “Mejor vida es morir, que vivir muerto”. Pues eso.