Cada vez son más los pensadores y periodistas que advierten de la emergencia de nuevos movimientos en el seno del viejo continente que abogan por la recuperación de la soberanía nacional frente a la idea de cesión de soberanía que cimentó la creación de la Unión Europea.
Estos movimientos son de los más heterogéneos, pero su denominador común es el rechazo a las directivas europeas ya sea respecto a la política de inmigración con los refugiados de la crisis humanitaria que golpea Siria, o contra las políticas económicas de austeridad que se aplican tras la crisis económica.
"Retorno a la ilusión, al pequeño y viejo mundo"
La periodista italiana Eva Giovannini acaba de publicar un libro titulado Europa Anno Zero (Europa Año Cero) en el que aprofundiza sobre las raíces de estos movimientos.
Giovannini ha hablado para Crónica Global y pronostica que "la gran cuestión" que deberá afrontar el mundo occidental en este nuevo siglo será "el retorno a la soberanía y a la ilusión, al pequeño y viejo mundo para que todo vuelva a ser mágicamante como antes".
La periodista, que se muestra optimista con el futuro de la Unión Europea, pide un paso adelante: "Una toma de consciencia de que la política 'cada uno por su cuenta y nadie para todos' ha fracaso y ningún proyecto es eterno si no se es capaz de mantenerse en vida día tras días".
Contra el euro y la llegada de inmigrantes
Giovannini también reflexiona en su libro sobre las "derechas nacionalistas". Según la escritora, éstas coinciden en "su crítica feroz contra la moneda única y contra la llegada de inmigrantes, que son vistos como invasores y como una amenaza contra el Estado del Bienestar y la seguridad".
La periodista equipara el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, La Liga Norte de Matteo Salvini en Italia y el Ukip en Gran Bretaña: "Un elemento en común de estos partidos es el rechazo a la globalización". Asimismo, destaca lo que, a su juicio, puede ser un más que probable escenario futuro en el continente: una "lucha" entre "la Europa liberal", entre "la banca" y "el pueblo".
"La lucha parece haberse movido de un plan horizontal (derecha - izquierda) a uno vertical (el pueblo --volk, como dicen los alemanes antislam de Pegida--) a la Europa de los bancos, el "monstruo" burocrático", argumenta.
Globalización vs Identidad
La periodista italiana no es la primera en señalar estos dos grandes bloques que se erigen en el seno de Europa. Sin ir más lejos, el periodista John Carlin publicó el pasado 14 de septiembre en El País un artículo titulado Yihad versus McMundo en las que exponía las tesis del profesor estadounidense en teoría política Benjamin Barber sobre un mundo polarizado entre defensores y detractores de la globalización.
Carlin extiende el fenómeno antiglobalización más allá de las fronteras europeas e identifica el fundamentalismo islámico, junto a la izquierda radical en Grecia y el independentismo catalán, como síntoma de la misma causa: "Si Barber mira una vez más en su bola de cristal, ¿cuál es el futuro que vislumbra para el enemigo que comparten tanto McDonald’s, Goldman Sachs y la Unión Europea como el Frente Nacional francés, la izquierda rebelde europea y el independentismo catalán?".
Distintas caras de un mismo fenómeno
Esta idea también la ha sostenido recientemente el filósofo Jürgen Habermas cuando comparó el auge del nacionalismo en Cataluña con el Frente Nacional en Francia. "La reactivación de la llama regionalista en Escocia, Cataluña o Flandes es, a mi juicio, un equivalente funcional del éxito del Frente Nacional en Francia", aseguró.
El reputado filósofo alemán alertó finalmente de que todos estos movimientos eran distintas caras de un mismo fenómeno que va en contra de la Unión Europea.
"Emprendedores del miedo"
En su obra Giovannini emplea el concepto "emprendedores del miedo" para hablar de una Europa empobrecida tras siete largos años de recesión económica.
Esta definición tiene una clara influencia del célebre periodista y director de La Repubblica Ezio Mauro cuando utilizó el término "coleccionistas del miedo" para explicar la estrategia que practican los grupos xenófobos de infundar temor contra al desconocido o recién llegado.
Giovannini, sin embargo, se muestra convencida que la Unión Europea tiene aún largo recorrido y se despide animando a superar los obstáculos presentes: "No creo que el proyecto europeo se detenga con los refugiados encerrados tras vallas fronterizas. Hay de dar un paso adelante".