La solidaridad tiene importantes beneficios para la salud mental y el bienestar psicológico porque, según ha explicado el presidente de Psicólogos Sin Fronteras, Guillermo Fouce, mejora la autoestima y ayuda a desarrollar las habilidades sociales.
Con motivo del Día Internacional de la Solidaridad Humana, celebrado el 31 de agosto, Fouce ha detallado en que consisten estas mejoras: "Beneficia a la autoimagen, permite que se construya una imagen positiva de uno mismo".
En una entrevista a Europa Press, ha añadido que "una persona saludable es una persona que está activa, que participa en positivo, y participar en positivo es ser solidario. Es algo que le protege y que le hace ser mejor persona".
Solidaridad para aliviar el miedo
Otros beneficios de las acciones solidarias, como el voluntariado, por ejemplo, son la integración social, el alivio de miedos o ansiedades y la adquisición de conocimientos y habilidades. Además, aunque la solidaridad no suele ser correspondida con una remuneración económica o material, sí que revierte en una reciprocidad en forma de "gratitud o beneficios sociales, como el reconocimiento del trabajo realizado", ha afirmado Fouce.
La solidaridad es recomendable para personas que están pasando por momentos difíciles o que tienen problemas para socializar, e, incluso, puede ser beneficioso para aliviar el estrés, ya que "refuerza el apoyo social y aporta más recursos y armas para combatirlo".
Además, se trata de un fenómeno contagioso, ya que es fácil que la persona solidaria influya para que las personas de su entorno realicen este tipo de acciones. Fouce también ha asegurado que "la solidaridad que se vuelca en otros también repercute en que ellos se sientan con la necesidad de devolverlo a la sociedad".