En el fondo del debate subyace la polémica de los 17 sistemas sanitarios distintos, todavía sin tarjeta sanitaria única o unificada.
En algunos casos, como en Cataluña, no se incluye el número de la Seguridad Social, considerado "franquista" por el vicepresidente del tripartito, Josep Lluís Carod-Rovira. La decisión, mientras llega la independencia, obliga a todos los desplazados que requieren asistencia sanitaria en el resto de España a ir a pedirlo al INSS.
Descentralizado, poco homologado
La falta de homologación también dificulta que, en caso de accidente o desplazamiento, los médicos de otra comunidad tengan acceso al historial médico del paciente.
Tampoco las prestaciones son iguales, ni la inversión. Entre unos territorios y otros puede alcanzar hasta 600 euros de diferencia, según un reciente informe del Consejo Económico y Social (CES), que desgrana, con datos oficiales, el presupuesto sanitario por habitante en España. Mientras que la media asciende a 1.207 euros al año, en Andalucía se queda en 977 y en el País Vasco supera los 1.570 euros.
Cataluña, con 1.103 euros, ocupa el cuarto lugar por la cola y Madrid el tercero, con 1.082. La diferencia puede pesar todavía más en estas comunidades principales receptoras de inmigrantes, si se decide atender a todos los ciudadanos, con papeles o sin ellos, por igual en cualquier territorio.