Josefa Hernández ha salido antes de lo previsto de la prisión de Tahíche, en Lanzarote. La abuela coraje no ha tenido que esperar a que el Consejo de Ministros autorizara este viernes su indulto, tal y como adelantó el presidente, Mariano Rajoy. La Audiencia de Las Palmas ha revocado este jueves el auto de la juez que ordenó su ingreso en la cárcel.
La vecina de Fuerteventura había sido condenada a pasar seis meses entre rejas por no derribar su casa, situada en el parque natural de Betancuria. La edificación es la única que se encuentra en este paraje protegido, pero tal y como manifestó Hernández ante la justicia canaria, es la única vivienda de la que su familia dispone y nadie le ha ofrecido una alternativa para que se puedan trasladar a un edificio legal.
Delicada situación económica
La situación económica de los Hernández es muy complicada. La abuela coraje tiene 63 años, sin recursos económicos y con cinco miembros de la familia a su cargo (dos hijos y tres nietos menores de edad).
El periplo judicial que le ha llevado a pasar cuatro días en la cárcel se remonta en 2012, cuando decidió realizar unas obras de ampliación en la casa de Betancuria, una vivienda heredada de sus padres, a pesar de que estaba avisada que no podía realizar ningún trabajo de esas características. La justicia canaria las detectó y le condenó a pasar seis meses en prisión. Nunca se le llegó a aplicar, ya que los magistrados decidieron suspender la condena hasta este verano.
Intervención de Fiscalía