Admitir la crítica sobre la experiencia turística no parece uno de los activos de Port Aventura, el parque de atracciones de Vilaseca-Salou (Tarragona). En las normas que la empresa ha publicado para sus visitantes se incluye una extraña claúsula que amenaza a los visitantes críticos con la posibilidad de retirar los pases de acceso a aquellos que hayan expresado opiniones que, en opinión de la compañía, lesionen sus intereses.
La polémica ha saltado a las redes en la medida en que el complejo temático tarragonés recibe una importante afluencia anual de visitantes. De hecho, en las normas publicadas, en concreto en el punto número 13, la empresa explotadora del parque de atracciones es taxativa a la hora de situar la cuestión: prohibirá el acceso a aquellos que, “en su opinión”, puedan lesionar “o causar un perjuicio” a la imagen de Port Aventura, de sus trabajadores o de terceros.
Vulnera la libertad de expresión
La asociación de consumidores Facua ha reaccionado con inmediatez. Ha denunciado al parque ante la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) del Ministerio de Sanidad y Consumo, además de presentar otra denuncia ante la Agencia Catalana de Consumo, organismo dependiente de la consejería de Empresa y Ocupación de la Generalitat.
En opinión de Facua, esta limitación en el derecho de admisión mediante la retirada de los pases de acceso temporales vulnera tanto la legislación estatal como la autonómica que protege a los consumidores, al intentar impedir el ejercicio de los derechos constitucionales a la libertad de expresión e información.
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