El Gobierno de San Francisco ha decidido plantar cara a uno problema que la ciudad estadounidense arrastra desde hace años: los incívicos que orinan en el espacio público. El Ejecutivo inició en marzo una encuesta ciudadana para elegir los puntos negros de este comportamiento para lanzar una prueba piloto.
Los encargados de la vía pública han pintado varios muros del municipio con una pintura especial que repele los líquidos. De este modo, los incívicos se mancharán si persisten en su comportamiento, según informa el rotativo local San Francisco Gate.
Multas desde 2002
Esta es una de las últimas cartas que le queda al Gobierno para luchar contra esta lacra ciudadana. Desde 2002 existe una ley que marca penalizaciones de entre 50 y 200 dólares (45,5 y 182,2 euros, respectivamente) que no ha conseguido ser disuasiva de estos comportamientos.