Un presunto narcotraficante ha sido el protagonista en Texas de una peculiar persecución policial que se ha llevado a cabo a las poco alocada velocidad de 15 kilómetros por hora.
 
El sospechoso, conduciendo un sedan blanco, circulaba en un primer momento a 80 km/h pero bajó la velocidad a 15 km/h e incluso cogió una llamada de su hija y ahí aparece la curiosa estampa de los vehículos policiales circulando a una velocidad mínima.

El espectáculo acaba cuando el coche comenzó a incrementar su velocidad y un blindado de la policía arrolla el vehículo y el sospechoso es reducido contundentemente por un grupo de las fuerzas especiales.