La policía parisina está investigando este hecho, filmado en vídeo por un expatriado inglés en París y recogido por 'The Guardian', como un crimen de violencia racial en transporte público y Scotland Yard está colaborando para identificar a los individuos que impidieron subir al metro, en la estación de Richelieu-Drouot, a una persona negra, a la cual empujaron fuera del convoy repetidamente. Mientras la persona se queda fuera, los de dentro gritan "somos racistas, somos racistas y es así como nos gusta ser".
En caso de ser identificados, juzgados y condenados, los individuos que echaron del tren a una persona negra se enfrentan a una condena de tres años de prisión y una multa de 45.000 euros.
La policía metropolitana de Londres ha emitido un comunicado en el cual asegura que aunque el incidente ha ocurrido fuera de las fronteras británicas, en caso de que los individuos sean identificados se les podría denegar viajar a partidos de fútbol en el extranjero.
El Chelsea, por su parte, ha condenado la actitud de sus seguidores señalando que podrían ser vetados y que "su actitud no tiene lugar ni en el fútbol o en la sociedad" y que "ayudará a cualquier acción –legal- contra los involucrados" y en caso de ser personas abonadas al club, tomará "las acciones más fuertes posibles contra ellos, incluido el veto".
La Uefa ha asegurado que no tomará acciones contra el Chelsea puesto que su rango de responsabilidad se limita a su estadio y ha "condenado toda forma de discriminación".