Dos diputados ucranianos han protagonizado una lamentable escena al resolver sus diferencias a puñetazos en los pasillos del Parlamento del país eslavo.
Más lamentable aun si cabe es la actitud de periodistas y guardias de seguridad que se limitan a observar la escena sin separar a los dos políticos hasta que finalmente un guardia se decide a separarlos.
La separación no impide que sigan discutiendo sus diferencias que tiene origen en un proyecto de ley. El episodio de violencia les podría costar una suspensión de cinco días en su actividad parlamentaria.