Roxanne Rimmer, una mujer de 27 años de Pensilvania (EE.UU.), se enfrenta a múltiples cargos después de ser detenida por la policía en una persecución a una alta velocidad y, posteriormente y con las manos atadas a su espalda, robar un coche de policía y conducir unos 15 kilómetros a toda velocidad.

La persecución tuvo lugar en los suburbios de la ciudad de Pittsburg y alcanzó una velocidad superior a los 150 kilómetros por hora.