Un avión Boeing 747 de Virgin Atlantic tuvo que aterrizar de emergencia ayer en el aeropuerto de Gatwick (Inglaterra) pocas horas después de despegar del mismo aeródromo.

El piloto aterrizó de emergencia con éxito al darse cuenta de un fallo en el tren de aterrizaje de la aeronave y tuvo que volar durante varias horas en círculo para quemar combustible.

El avión, con destino a EE.UU., llevaba a bordo a 400 pasajeros y, después de haber despegado a las 11.45 GMT, aterrizó en el mismo lugar a las 16.00 GMT mientras les esperaba un helicóptero, bomberos y una decena de ambulancias en la pista de aterrizaje.

El dueño de Virgin, Richard Branson, felicitó a los pilotos y tripulación por el feliz desenlace.