Vida
La caída de la casa Pujol-Ferrusola barre el quiosco
Ignacio Vidal-Folch vuelve sobre los orígenes del proceso catalán en El País. Villatoro, director del CCCB y miembro de "Plataforma per la Llengua", entrevisado en el diario de Marhuenda, un "enemigo del catalán"
17 diciembre, 2014 09:04El clan Pujol Ferrusola asalta las portadas. La juez Beatriz Balfagón, titular del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, ha citado a declarar a cinco de los nueve miembros de la familia. La confesión de Jordi Pujol i Soley, presidente de la Generalidad durante más de dos décadas, de que mantenía dinero oculto en Andorra, comienza a traducirse en consecuencias judiciales. El paseíllo del "president", señora y tres de sus siete hijos (Marta, Pere y Mireia) será a finales de enero. La guía judicial se completa con las investigaciones de los jueces de la Audiencia Nacional Ruz y Pedraz sobre Jordi Pujol Ferrusola y Oleguer Pujol mientras que el expediente del caso ITV, que afecta al expolítico Oriol Pujol, sigue su curso en otro juzgado de Barcelona.
En el Abc es Janot Guil quien asume el texto de apertura de la sección España: "Desde ayer, Josep Pujol Ferrusola es el único miembro del clan formado por el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol (CiU), su esposa, y sus siete hijos que no está inmerso en un proceso judicial... aunque se acogió a la amnistía fiscal de 2013. Casi seis meses después de que el 25 de julio de 2014 Pujol padre confesara en un comunicado que mantuvo dinero oculto en el extranjero durante 34 años –unos ingresos que achacó a una herencia que su padre, Florenci Pujol, legó en su esposa e hijos–, la justicia le ha imputado. Por presunto fraude fiscal y blanqueo de capitales, a raíz de una querella del sindicato Manos Limpias".
Continúa Guil: "En sendos autos notificados ayer, la titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona ha citado a declarar como imputados, para el próximo 27 de enero, al expresidente de la Generalitat, a su esposa, Marta Ferrusola, y a tres de sus hijos: Marta, Mireia y Pere. Son los tres hijos que el pasado 11 de julio regularizaron fondos por un importe total de 3,1 millones de euros que tenían en la Banca Privada de Andorra (BPA), transfiriéndolos al Banco de Madrid. Lo hicieron días después de que la Prensa aireara sus cuentas en Andorra –que, al parecer, provenían de Suiza–, y días antes de que Pujol se confesara por carta y se responsabilizara de la evasión fiscal".
Germán González subraya en El Mundo una frase escrita por la juez: "No deja de ser sospechoso el hecho de que los fondos provengan de una herencia de más de treinta años atrás sobre la que no se aporta documentación". El análisis de Victoria Prego en el mismo diario augura un espectáculo judicial sin precedentes, entre "estremecedor" y "grandioso" escribe, y añade: "Si la investigación judicial llega a las puertas de esa fortaleza hasta hoy secreta en la cuantía pero de la que se han escapado algunos flecos significativos, y logra abrir esas puertas, veremos un paisaje de corrupción masiva, institucionalizada y mantenida a lo largo de décadas. Y veremos desfilar a los próceres del nacionalismo catalán enredados en enjuagues tan inacabables como indecentes".
Como quiera que la corrupción no afecta al proceso, los diarios también recogen el nuevo margen de Artur Mas, que podrá posponer hasta después de Navidad la decisión de adelantar los comicios o agotar la legislatura, así como las tensiones en el PSOE entre Pedro Sánchez y Susana Díaz y la reorganización parlamentaria del PP, que otorga a Hernando la portavocía del grupo parlamentario y a José Luis Ayllón, mano derecha de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, un nuevo papel en la comunicación gubernamental.
De vuelta a lo estrictamente catalán, Vicenç Villatoro, director del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) en sustitución de Marçal Sintes, es entrevistado en casi todos los peródicos, incluso en La Razón, que dirige Francisco Marhuenda. El titular de la entrevista, que firma Víctor Fernández, es: "El CCCB nunca será un lugar de adoctrinamiento". Bien por Villatoro, que era socio del "Centro de Estudios Jordi Pujol" y está en la junta de "Plataforma per la Llengua", veterana organizacion del independentismo que promueve esto.
Simpática iniciativa la de elegir al enemigo del catalán y, por ende, de Cataluña. Los cargos de estos "imputados" no tienen desperdicio e incluyen al citado Marhuenda entre los candidatos, así como a Jiménez Losantos, al ministro Wert y hasta a la Constitución. Entre chanzas y amenazas, la página podría considerarse una incitación al odio, cosa que en la idílica Cataluña no ocurrirá. Villatoro, que está en contra de adoctrinar, consta en la "plataforma". ¿Qué pensará del concurso?
En la Cuarta Página de El País Ignacio Vidal Folch se pregunta y se responde cómo hemos llegado a esto y escribe: "Recordemos que para alcanzar la presidencia de la Generalitat Pasqual Maragall formó una coalición “de izquierdas” con ICV y con la ERC de Carod. No voy a exponer ahora qué es ERC; no, no mencionaré los desfiles de masas uniformadas, las llamas votivas a los caídos, el culto a himnos y banderas, los desfiles nocturnos con antorchas (sic), el discurso xenófobo de sus sucesivos líderes desde Herrera a Carod, el matonismo de sus juventudes ni el proyectado golpe de Estado, que no otra cosa es la llamada Declaración Unilateral de Independencia de Junqueras. Lo significativo del pacto Maragall-Carod es que rompió un tabú: “ser de izquierdas” o “ser progresista” quería decir hasta entonces, por lo menos aquí y entre otras cosas, desdeñar el chovinismo, pensar en términos de la comunidad humana internacional, aspirar a cierto “cosmopolitismo” de los derechos y del espíritu (un concepto que provoca urticaria entre la gente que ama sus “raíces”, su “pertenencia”, su “identidad”). El nacionalismo era por definición rancio y sólo aceptable para los cínicos, para los carlistas y para cuatro frikis. Maragall, coronado como príncipe de la modernidad municipal en el 92, rompió ese tabú. Él desempolvó la palabra “patriota” como elogio… para aplicárselo, además, a Jordi Pujol. Después de 23 años de nacionalismo conservador instauró un nacionalismo de izquierdas cuya primera tarea fue redactar un nuevo Estatuto de Autonomía divisorio, conflictivo, que nadie le había pedido y del que él mismo dijo: “Ya tenemos una nueva Constitución, una nueva ley fundamental en Cataluña”, en la cual, qué bien, “el Estado tiene un carácter meramente residual”. No vale la pena volver sobre aquello, ni sobre los extraños viajes de Carod, ni sobre las multas lingüísticas, ni sobre la atmósfera de aquel tiempo, ni sobre tantas iniciativas perniciosas que dieron pie al nacimiento de nuevos partidos que han venido a disputarle a los socialistas su electorado. En demasiados aspectos los tripartitos prolongaron el pujolismo allí donde Pujol no se había atrevido a llegar y sembraron el desafío de hoy: fue José Montilla quien siendo el mayor representante del Estado en Cataluña encabezó una multitudinaria manifestación contra las correcciones del Tribunal Constitucional al Estatut, mani de la que por cierto tuvo que salir huyendo, acosado por la masa a la que había convocado".
La matanza de niños en Peshawar en un ataque talibán a una escuela, el desplome financiero ruso, las detenciones de anarquistas en Barcelona, las andanzas de Sabina por el escenario y las paridas de corta y pega del pequeño Nicolás completan la carta de los periodicos.
17 de diciembre, San Lázaro, Santa Bega, Ananías, Azarías, Violante y Yolanda.