Se ha puesto en funcionamiento el primer autobús de Gran Bretaña que funciona con los gases generados con el tratamiento de aguas residuales y comida reciclada de supermercados, hogares y fábricas de Bristol. Se le llama popularmente el 'poo bus'.


El vehículo, de 40 plazas y que dará servicio a la línea que une Bath con el aeropuerto de Bristol, funciona con gas biometano generado por el tratamiento de aguas residuales y desechos alimentarios.


Dado que los residuos atmosféricos que deja la quema de este gas son más bajos que la quema del diesel tradicional, los ingenieros responsables del proyecto creen que el autobús es un ejemplo de cómo mejorar la calidad del aire en entornos urbanos.


El tratamiento de los residuos de las aguas y la comida que se recoge de supermercados y casas de Bristol supone la generación cada año de unos 17 metros cúbicos de biometano, la energía suficiente para 8.300 hogares.


La imagen que aparece en los laterales del autobús, dibujos de gente defecando, quiere mostrar que los desechos excretados por los humanos, al igual que los desechos alimenticios, son recursos valiosos.