Un corredor londinense, James Heptonstall, desafía al metro de la capital británica y es capaz en un minuto y medio de salir del suburbano en Mansión House, llegar a la superficie, alcanzar la próxima estación –Cannon Street- y subirse al mismo vagón.
La sorprendente acción ha quedado con dos cámaras, una que graba la salida y llegada del corredor y otra que lleva Heptonstall en la cabeza y que hace partícipes a los espectadores, más de un millón trescientos mil por el momento, de la alocada carrera por los pasillos y calles de Londres.