Vladimir Putin, presidente de Rusia, tiene su propio catador profesional de comidas que por el gusto es capaz de identificar múltiples venenos según recoge el rotativo británico 'The Independent'. Una precaución la del líder ruso que se ha conocido porqué durante esta semana se ha llevada a cabo el encuentro de chefs de jefes de estado 'Chefs de Chefs' y, aun más, la comida de Putin no la elabora un chef sino su personal de seguridad.
Y es que no son pocos los enemigos de Vladimir Putin, en conflicto con Ucrania desde hace meses y con todo Occidente vigilándole después del derribo del avión malayo en el este de Ucrania. Y, por su seguridad, también lleva su sal, especias, salsas o agua embotellada cuando sale al extranjero.
Entre otras filtraciones de los mandatarios del mundo se ha desvelado que a la Reina de Inglaterra no le gusta el marisco y Barack Obama tampoco se acerca a la remolacha aunque las exigencias de seguridad son más altas que las de Putin: el presidente de los EUA no come nada que no haya preparado y servido la Casa Blanca.