Afortunadamente y tal como se puede ver en el vídeo adjunto, en la corta carrera del deportivo nadie resultó herido de gravedad aunque poco faltó. Al parecer, el aparcacoches, que sí sufrió heridas, confundió las palancas de freno y acelerador y la potencia del coche, de 550 caballos y con una velocidad máxima de 321 kilómetros por hora, hizo el resto.
Primero aceleró brusca y descontroladamente y chocó contra otro vehículo situado a las puertas del hotel, que a consecuencia del impacto chocó contra el siguiente delante suyo, para acabar su alocada carrera contra una base de cemento. El coche tiene un precio de venta al público de hasta 256.000 euros en Europa.