Con la excusa de que los nombres suecos de muebles son muy difíciles de aprender, en el vídeo adjunto se puede ver como un empleado valenciano de la multinacional sueca Ikea viaja a Suecia para enseñar valenciano a los empleados de dicha empresa.
De la misma manera que él ha tenido que aprender algo de sueco, el empleado valenciano, Carlos Carbonell, enseña a sus compañeros suecos palabras como badallar, festejar, catxirulo, tira-li, amics, esclafit, fardatxo o pardal entre otras.