Sentar a Mas en la mesa del príncipe recuerda el título de una película infame: Rústicos en Dinerolandia. El presidente de la Generalidad es un bufido constante, una borrasca permanente, una cogitación introspectiva, una migraña contagiosa. Mas es un hombre investido en un problema de repetición, el represente de una espesura institucional, el portaestandarte de las malas noticias. Y dicen que apenas habla, que su sola presencia disuelve corrillos y espanta a los canaperos. Mas, en público, parece sufrir la enfermedad de Arana, el mal de la piedra, los fecalitos, con perdón. De concejal era un hombre simpático y abierto, pero el peso de la presidencia ha convertido al individuo en un rictus, una máscara y una circunstancia, en un autómata de la consulta, en un rostro sin una sonrisa ni un buenos días para empezar.
Una reunión con Mas, como una reunión con el Ibarretxe de los peores tiempos, es peor que una visita al proctólogo o una tarde en el dentista. La cuestión es que la prensa comenta el encuentro de Mas con la mesa cuadrada del derecho a decidir, la de Joan Rigol, patrón laico de la Sagrada Familia y profeta de la independencia. Unas mil quinientas asociaciones y 64 participantes en persona personalmente, del frente sindical a los tercios cívicos, están representadas en el "pacto nacional" sobre el que se parapeta el presidente de la Generalidad. Así que por un lado está Mas, que dice que el diálogo es imposible porque Rajoy se niega, de entrada, a hablar de la consulta. Por el otro, la coronela de Rigol, la cadena humana/vía catalana. Y enfrente, el príncipe de Asturias y Gerona, don Felipe de Borbón.
Si Mas no fuera la viva imagen de la insolvencia política podría disfrutar de las excelentes vistas y oportunidades que se vislumbran en una cita informal del príncipe en casa de un grande de España o en una cena oficial en el Palacete Albéniz. Pero ni aún así.
La historia está en La Razón, diario que ofrece una detallada descripción de la agenda de Felipe en Barcelona, donde pernoctará de domingo a miércoles. El motivo es el congreso de los móviles, la movida ferial que colapsa los servicios de la noche. Todo el mundo estará en Barcelona, hasta el que inventó facebook y ha comprado el guasap por una morterada. Y en estas que el diario de planeta abre su portada de hoy así: "El Príncipe se reunirá con empresarios para respaldar su 'no' al desafío de Mas". En el subtítulo añade: "Don Felipe aprovechará un viaje oficial el domingo, en el que se verá con el presidente de la Generalidad, para participar en un encuentro con miembros de la patronal catalana y de la madrileña en casa de Javier Godó".
La información es de Carmen Morodo, que escribe:
"El divorcio del empresariado catalán y el presidente de la Generalidad, Artur Mas, marca un punto de inflexión con graves consecuencias para la estrategia independentista. La lectura, nacionalista y no nacionalista, aunque para cada uno tenga consecuencias distintas, es que por fin se está rompiendo el miedo a hacer frente al discurso de CiU y ERC. ¿Hasta dónde llegará? ¿Qué efectos tendrá en la ofensiva soberanista? Está por ver, pero los movimientos que se han dado en las últimas semanas no son casuales ni individuales y tienen detrás una intensa actividad de contactos, entre los propios empresarios, por ejemplo, pero también con la mediación de otras instituciones del Estado. En el caso de los empresarios, dentro del respeto a su independencia del poder político.(...) Hay conversaciones, reuniones privadas, en las que se implica directamente el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y en las que está teniendo un intenso papel su director de Gabinete, el catalán Jorge Moragas. Pero también la Corona, dentro del respeto a sus funciones constitucionales, está echando una mano, con discreción, en tender puentes, favorecer el diálogo y buscar una salida que no perjudique a Cataluña ni a España. Su Majestad el Rey Don Juan Carlos escucha y habla, y lo mismo puede decirse del Príncipe de Asturias. Muchas veces ni siquiera a iniciativa propia, sino porque llaman o piden Audiencia desde fuera. Por ejemplo, empresarios de Madrid y de Barcelona han invitado a su próximo encuentro a Don Felipe, aprovechando que el fin de semana los Príncipes harán un viaje oficial a Cataluña, a una cena en casa de Javier Godó, conde de Godó y presidente editor de La Vanguardia".
La cita principesca de Mas tendrá otro marco, que es el que Mariángel Alcázar explica en el periódico del anfitrión de la real casa. "Con el palacete Albéniz como base, don Felipe ofrecerá una cena a los organizadores del Mobile Word Congress, a la que asistirá el presidente de la Generalidad, Artur Mas, el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Un primer contacto institucional, con el que la Corona quiere resaltar la importancia de la proyección internacional de Barcelona y el hecho de que el congreso cuente con el apoyo tanto del Gobierno como de la Generalidad", apunta Alcázar.
Hay más y de sustancia, aunque ni una línea sobre el encuentro en casa de Godó. La cronista de La Vanguardia recuerda, por ejemplo, los últimos desplazamientos de Felipe a Cataluña:
"Uno por mes. Las estadísticas oficiales certifican que en el 2013 el Príncipe realizó doce viajes a Cataluña, algunos tan significativos como la celebración del foro Impulsa organizado por la Fundació Príncep de Girona, y otros tan comentados como su asistencia, junto a la princesa Letizia, a la representación de 'L’Elisir d'amore' en el Liceu, que supuso su primera pitada catalana. El próximo domingo, don Felipe regresa a Barcelona, donde permanecerá hasta el miércoles, con el objetivo de participar en el Mobile World Congress y con el propósito de mantener contactos con miembros de la sociedad civil catalana para, según fuentes de la Casa del Rey, 'escuchar, hablar y dialogar' sobre el momento político que se vive en Catalunya".
¿Qué Cataluña se encontrará el príncipe? La Vanguardia se lo pone fácil desde portada, que ilustra con una fotografía de Roser Villalonga en la que Mas aparece flanqueado por Núria de Gispert y Joan Rigol (ambos de Unió, el partido de Duran). Encabezan el desfile del "Pacte Nacional pel Dret a Decidir", con Carme Forcadell en segundo plano. Titular: "Partidos y entidades se movilizan para lograr la consulta". Sólo El Punt Avui dedica el mismo espacio que La Vanguardia a la reunión del "Pacte". "Proceso en positivo", titula y se centra en los debates sobre el tipo de movilizaciones cívico-festivas para forzar la consulta. Se reactiva la "sociedad civil", toda espontaneidad. Rigol ha fijado la fecha del 23 de abril, Sant Jordi. En las portadas arrasa Ucrania y en las mil quinientas, o más, entidades adheridas al "proceso" se debate sobre el control de las calles y los balcones. Pero siempre positivo, nunca negativo.
La Vanguardia apunta el camino: "Los reunidos dirigieron un llamamiento al conjunto de asociaciones de Cataluña a sumarse a la iniciativa, que cuenta ya con 1.653 adhesiones entre instituciones, organizaciones políticas, empresariales y sindicales y entidades de todo tipo, y se comprometieron a llevar a cabo todas las actividades necesarias en esta dirección de acuerdo con una serie de criterios aportados por el propio Joan Rigol. En la reunión, que se prolongó durante dos horas y media, se registraron hasta cincuenta y siete intervenciones, todas ellas favorables al ejercicio del derecho a decidir a partir de la constatación compartida de que 'lo que Cataluña plantea sólo se puede resolver votando', según resumió el ex presidente del Parlamento [autonómico]", detalla Josep Gisbert.
En El Periódico no le hacen ni caso a este asunto en portada. El único expediente catalán en la primera página del diario de Zeta es la votación en el Congreso a instancias de UPyD. "Primer aviso del Congreso sobre la consulta", titula para explicar que el PSOE sopesa abstenerse y que el PP votará con el partido de Rosa Díez en contra de los planes separatistas.
Cataluña tampoco es el argumento principal de El Mundo, aunque un pequeño sumario recoge el viaje del príncipe a Cataluña: "El Príncipe invita a Mas a cenar en Barcelona". La crónica es de Ana Romero y se centra en la agenda oficial, al margen de los encuentros con el empresariado.
En Abc, la óptica del proceso se centra en el proceso contra Jiménez Losantos, Inés Arrimadas, Hermann Terchst y los otros, ya conocidos como "los siete del CAC", citados a declarar en un juzgado de Barcelona por criticar a Mas y ponderar el punto totalitario del nacionalismo catalán. Sale en su defensa Oti Rodríguez Marchante, que tira del señuelo cinéfilo:
"En una escena de El hombre tranquilo, la película de John Ford, el rocoso Will Danaher (que interpretaba con mentón ceñudo y artúrico Victor McLaglen) le decía en la taberna a su machaca y escribiente: 'apúntame a este también en el cuadernillo', lo cual estaba impregnado de una gracia irlandesa y rencorosa que por aquí podría traducirse en la suave amenaza del 'arrieritos somos...'. Ahora, en el catalanismo de traca final, la gracia es menuda y acaso podría vérsele sólo en la imagen del mentón de nuestro McLaglen con figura de Artur Mas diciéndole a un Francesc Homs también mentonudo 'apúntame a ese en el cuadernillo'".
Y concluye Marchante:
"Pero, en un país como el nuestro, en el que la opinión es libre y el ser molesto no está perseguido por la ley, ¿qué peligro puede tener un cuadernillo más allá de la demanda o multa bochornosas del CAC o del guindilla de turno? Pues los peligros propios del biruji, del humo y de la intemperie, y que siempre habrá machacas deseosos de apuntar ellos también su rencor a lápiz en el cuadernillo. Y así, por el cuadernillo, te enteras de que el abogado catalán y español Emili Cuatrecasas es un burgués que acaba de cruzar el Atlántico en barco de vela para celebrar su aniversario. Y, ahora sí, el chiste: en nuestra caída en picado hacia la libertad, cualquier madrugada suena el timbre de casa, y en vez del lechero es Victor McLaglen".
El cuadernillo es La Vanguardia y lo del burgués es el trazo con el que Barbeta retrataba el miércoles a Cuatrecasas.
Más abogados. Roca, Miquel. El Abc lo lleva en exclusiva. Un texto de Janot Guil titulado "Miquel Roca pleitea contra el español en la escuela catalana". Dice así:
"Padre de la Constitución, abogado de la Infanta Cristina en el Caso Nóos... y pleiteando contra el castellano. Ése es Miquel Roca Junyent. El bufete de abogados del ex dirigente de Convergència (CDC) representa a la Asociación de Padres y Madres (Ampa) del Instituto Alba del Vallés, de Sant Fost de Campsentelles (Barcelona), que se opone a que el centro imparta el 25% de clases de castellano en el aula de un alumno que reclamó enseñanza bilingüe, tal y como exigió en un auto el Tribunal Superior de Justicia catalán (TSJC) el pasado enero. (...) Además del Ampa del Instituto Alba –el único centro de titularidad pública afectado por la decisión del TSJC– los padres de otras dos escuelas obligadas a dar el 25% de clases en castellano –que son privadas y concertadas– también planean cursar la misma petición ante el TSJC. En este caso, les asesora la Fundación Escola Cristiana, patronal del sector. Además, los titulares de lo cuatro centros privados concernidos han presentado una petición similar ante el alto tribunal. A ellos se le suma la Generalidad, que ha recurrido los autos del TSJC".
Es la guerra lingüística en los juzgados, la contraofensiva nacionalista.
Conclusión: hay partido y hay proceso. Participa el heredero y participan los "hereus", participa Rajoy. El único que se queja es Mas. Pertinaz e inasequible.
20 de febrero, Beata Jacinta Marto, de Fátima, y San Eleuterio de Tournai, que luchó contra los arrianos.